La ministra de la Presidencia de Bolivia, María Nela Prada, informó que el destituido jefe militar Juan José Zuñiga, quien encabezó un intento de alzamiento, confesó que no pudo “consumar los objetivos del alzamiento” porque sus refuerzos “tardaron en llegar”.
Prada leyó ante los medios de comunicación la entrevista que la Policía le realizó a Zuñiga tras su captura. Según las declaraciones de Zuñiga, “las unidades de Viacha tardaron en llegar” y “el personal de la Armada y de la Fuerza Aérea no pudieron llegar” a tiempo.
Zuñiga declaró que el levantamiento estaba planeado para el miércoles 26 de junio a las 11:00, aprovechando que se encontraban todos los comandantes de las fuerzas militares. La tarde del miércoles, Zuñiga encabezó un grupo de militares fuertemente armados que tomaron la plaza Murillo y derribaron la puerta del edificio gubernamental, anunciando que iban a “cambiar el gabinete de Gobierno” y buscaban “restablecer” la democracia en Bolivia.
Durante la toma, el presidente Luis Arce y su gabinete permanecieron en la sede del Ejecutivo y cambiaron a los comandantes de las tres Fuerzas Armadas. Tras el cambio de mandos, Zuñiga y sus seguidores se replegaron, y Zuñiga fue capturado en la sede del Estado Mayor. Durante su aprehensión, acusó a Arce de haber ordenado la acción militar como una estrategia para “levantar su popularidad”.
Prada hizo un llamado a todos los bolivianos a defender la democracia y a no utilizar políticamente el intento de golpe de Estado para fines personales, enfatizando la necesidad de unidad en la protección del sistema democrático del país.