El comandante en Jefe del Ejército, general Javier Iturriaga, realizó un inesperado reconocimiento de “tratos indebidos” y aplicación de un protocolo irregular en la Brigada Motorizada “Huamachuco” de Putre. Estos incidentes ocurrieron durante el periodo de instrucción del Servicio Militar Obligatorio en abril pasado, que resultaron en la muerte de un soldado, la amputación de extremidades de dos conscriptos, y la hospitalización de otros por cuadros suicidas e influenza.
A través de este reconocimiento, el general validó la versión entregada por más de una decena de conscriptos de la brigada y que decidieron abandonar el servicio militar en la primera semana de mayo.
Los testimonios de los reclutas señalaban que un capitán y un teniente de una de las tres compañías que se formaron en Putre, junto a suboficiales, los obligaron a realizar ejercicios mientras estaban afectados por el Mal Agudo de Montaña (MAM), es decir, con sangramiento en sus narices, mareos, dificultades respiratorias, dolores intensos de cabeza, taquicardias, además de hacerlos comer en exceso, para luego someterlos a actividad física que les producía vómitos e idas continuas a la enfermería, donde era minimizada su condición de salud.
Sobre esta situación, el máximo oficial de la institución castrense, volvió a insistir en que resultaba “decepcionante por constatar que algunos mandos no cumplieron con las responsabilidades que exige su cargo, dada la experiencia y preparación que tenían para el puesto al que fueron designados, y muy dolorosos, por el fallecimiento del soldado Franco Vargas, así como las secuelas físicas de otro soldado que por expresa solicitud de sus padres no voy a individualizar”.
También recalcó que el Ejército no haría defensas corporativas, “ni ocultamiento de información en las investigaciones producto de irregularidades y eventuales delitos. Conductas que se apartan del recto proceder o que abiertamente transgreden las leyes y reglamentos, deben ser debidamente investigadas y sancionadas, pues ellas dañan gravemente la credibilidad del Ejército y afectan a los miles de mujeres y hombres que cumplen con profesionalismo y vocación de servicio sus tareas diariamente”, aseveró.
Iturriaga entregó este análisis el 1 de julio ante la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados, presidida por el diputado Luis Malla, donde expresó decepción y dolor por las negligencias detectadas. También admitió deficiencias en la planificación y ejecución de la instrucción militar, así como tratos físicos indebidos impuestos por algunos mandos. Se comprometió a no permitir defensas corporativas y anunció que las irregularidades serían investigadas y sancionadas para preservar la credibilidad de la institución.