Durante el primer semestre de 2024, entre enero y junio la Compañía General de Electricidad (CGE) enfrentó 51 episodios de robo de cables en sus instalaciones de Tarapacá, lo que resultó en la sustracción de más de 6 kilómetros de cable de cobre y afectó el suministro eléctrico de más de 29 mil clientes en la zona. Los incidentes ocurrieron principalmente en sectores como el norte de Iquique, caleta Los Verdes, El Boro y Alto Molle en Alto Hospicio.
A nivel nacional, la cifra de episodios de robo de cables ascendió a 192, abarcando redes de media y baja tensión, así como instalaciones de transmisión de energía, con un total de 58.304 metros de cable de cobre robado. Esto representa más de 9 toneladas de cobre sustraído y afectó el suministro eléctrico de 88.839 clientes.
Francisco Jaramillo, subdirector de operaciones de CGE, indicó que estos robos están vinculados al crimen organizado, señalando que las bandas delictuales cuentan con personal técnico especializado y operan de manera organizada en varias regiones del país.
“El robo de cables sigue siendo un problema relevante en la calidad de suministro y hoy, a diferencia de lo que pasaba hace unos años, está fuertemente asociado al crimen organizado. Estas son bandas delictuales que cuentan con modus operandi desarrollados y que se van moviendo entre las regiones, buscando donde pueden cometer estos delitos y causar el mayor daño. Asimismo, cuentan con una organización que también les permite reducir el cable robado, lo que financia otros delitos. El perjuicio que provocan estas bandas delictuales no es solo a la infraestructura, sino también a la calidad y continuidad del servicio eléctrico para miles de clientes a lo largo de la zona de concesión de CGE”, afirmó.
En el primer semestre, las regiones con más incidencias de este delito fueron Tarapacá con 51 casos, seguida por Antofagasta (33), Coquimbo (29), Maule (23), O’Higgins (24), Metropolitana (11), Araucanía (10), Biobío (10) y Atacama (1).
Además, el valor estimado del cable de cobre robado supera los 150 millones de pesos, mientras que el costo total de reposición de la infraestructura dañada alcanzó los $842 millones. Cabe señalar que en 2023, se registraron 1.223 eventos de robo de cable en la zona de concesión de CGE, con 196 kilómetros de líneas robadas y daños significativos a la infraestructura clave para el suministro eléctrico.
En relación a este ilícito, Jaramillo aseveró que “El perjuicio que provocan estas bandas delictuales no es solo a la infraestructura, sino también a la calidad y continuidad del servicio eléctrico para miles de clientes a lo largo de la zona de concesión de CGE. Es necesario que las autoridades, en todos los niveles, tomen acciones para combatir a estas bandas. En el caso de CGE, la compañía realiza denuncias ante el Ministerio Público y las policías cuando ocurren estos casos, y también hemos interpuesto querellas para perseguir a los responsables”.