Este viernes, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya presentará su dictamen sobre las “consecuencias jurídicas de las políticas y prácticas de Israel en los territorios palestinos ocupados, incluida Jerusalén Este”.
Este fallo fue solicitado por la Asamblea General de la ONU en diciembre de 2022, antes del ataque del 7 de octubre de 2023 que desató la actual guerra entre Israel y Hamás.
La CIJ evaluará la “continua violación del derecho del pueblo palestino a la autodeterminación” y la ocupación de los territorios palestinos desde 1967. Además, se pronunciará sobre el estatus jurídico de Jerusalén Este, área que Israel declaró su capital “unida y eterna” en 1980, una medida no reconocida por la mayoría de los Estados.
Además, el número de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este asciende a 700.000, y la ONU ya calificó estos asentamientos como una “violación flagrante” del derecho internacional en la Resolución 2334 de 2016.
El informe de la CIJ, aunque no vinculante, podría aumentar la presión política sobre Israel y tener consecuencias significativas, especialmente si determina la ilegalidad de la ocupación y los asentamientos.
A la luz de los acontecimientos recientes y las necesidades de seguridad de Israel, Estados Unidos pidió a la Corte que no ordene una retirada “inmediata e incondicional”. La decisión de la CIJ será crucial y podría influir en la política internacional y la postura de varios países respecto a Israel.