En la tarde del miércoles el Juzgado de Garantía decretó prisión preventiva para los tres sujetos acusados por el homicidio de tres carabineros en Cañete, región del Biobío, luego de dos jornadas de audiencia de formalización.
Se trata de los hermanos Felipe Antihuen (29) y Yeferson Antihuen (19), considerados por la Fiscalía como los ejecutores directos del crimen, y Nicolás Rivas Paillao, acusado de colaborar al proporcionar las armas utilizadas en el ataque.
Tras escuchar los argumentos de la Fiscalía, la defensa de los imputados y los querellantes, el juez Cristian Rosenberg De La Fuente estimó que la libertad de los acusados representa un peligro para la seguridad de la sociedad. Además, se fijó un plazo de 6 meses para la investigación.
El juez explicó que en la etapa inicial, se configuraron los delitos por los que están siendo investigados los imputados, sumado a la gravedad de los hechos y enfatizando en que los funcionarios fueron ultimados y “rematados en el suelo”.
Por su parte, la defensa argumentó que la investigación se basa en testimonios poco confiables, pero la Fiscalía presentó pruebas suficientes que desestimaron estas afirmaciones y justificaron la prisión preventiva.
En detalle, Felipe Antihuen y Nicolás Rivas, producto de su peligrosidad y los delitos que se les imputan, serán trasladados a la cárcel de máxima seguridad de la región Metropolitana, mismo recinto donde ya se encuentra recluido Yeferson Antihuen.
Además, se mantienen los intensos operativos de búsqueda de Tomás Antihuen, quien permanece prófugo de la justicia y quien sería pieza clave en el homicidio de los tres carabineros en Cañete el pasado 27 de abril.
