En un sorprendente giro de los acontecimientos, la Brigada Investigadora de Robos de Iquique (BIRO) de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) ha esclarecido un caso de presunto secuestro, que resultó ser una estafa telefónica cuidadosamente orquestada. La denuncia, que inicialmente provocó temor e incertidumbre, fue presentada por una madre que recibió una llamada en la que se afirmaba que su hija había sido secuestrada en Tacna, Perú.
Los investigadores de la BIRO, tras recibir la denuncia, activaron sus protocolos de análisis criminal y llevaron a cabo una serie de diligencias investigativas para verificar la veracidad de la situación. Durante la investigación, se descubrió que individuos extranjeros habían contactado a la denunciante, exigiendo dinero a cambio de la supuesta liberación de su hija.
Gracias al trabajo meticuloso de los detectives, se logró contactar a la presunta víctima, quien se encontraba en el extranjero y en perfecto estado de salud. Este descubrimiento confirmó que la llamada era parte de un esquema de estafa que intentaba aprovecharse del miedo de la madre. Además, los datos proporcionados por los supuestos captores estaban vinculados a otros casos de fraude telefónico, lo que permitió a la PDI concluir que se trataba de una red de estafadores.
La PDI ha puesto todos los antecedentes a disposición del Fiscal de Turno para que se tomen las medidas legales correspondientes.
Este caso destaca la importancia de estar alerta ante posibles estafas telefónicas y de denunciar cualquier llamada sospechosa a las autoridades para evitar caer en las garras de delincuentes que buscan explotar la confianza y el miedo de las personas.