El fiscal de La Araucanía, Roberto Garrido, abordó la detención de los tres imputados como responsables del crimen de los carabineros Carlos Cisterna, Sergio Arévalo y Misael Vidal en Cañete.
El persecutor afirmó que no se descarta la participación de más personas en el crimen aparte de los hermanos Antihuen y Nicolás Rivas, considerando el nivel de preparación del crimen y la forma en como lo hicieron.
En este sentido, el fiscal a cargo del caso afirmó que “tiene que haber participado por lo menos el doble de personas que el número de carabineros. O sea, por lo menos seis”.
El persecutor también afirmó que el ataque no parece haber sido improvisado, principalmente porque los tiempos fueron muy acotados, de aproximadamente 43 minutos. De este modo, la investigación, declaraciones de testigos y los registros de las cámaras indicarían que todo estaba muy bien planificado.
“Incluso, recogen evidencia alrededor del vehículo. Incendian la camioneta en otro punto, donde también se registraron disparos, tratando de variar el lugar de los hechos y hacer creer que todo había ocurrido en la carretera y no en el sector donde se controlaba la medida cautelar”, agregó.
El fiscal a cargo del caso también explicó que previo a la detención de los tres imputados, pudieron dar cuenta que los sujetos estaban conscientes de que debían resguardarse, ya que “siempre estaban muy atentos a los movimientos que hacía Carabineros”.
“Estaban atentos a la información que se publicaba. Por ejemplo, una cosa que constatamos a raíz de un reportaje es que cambiaron sus teléfonos celulares después de que se les mencionó como eventuales sospechosos, y eso nos retrasó porque hubo que hacer diligencias para averiguar los nuevos números, añadió.
Sobre la categorización del delito cometido, el fiscal Garrido descartó procesar a los imputados bajo la Ley Antiterrorista y dijo que “corresponde invocar la norma especial que protege la vida de los funcionarios de Carabineros en actos de servicio”.
