El jueves la Fiscalía General de Bolivia anunció la apertura de una investigación contra tres sacerdotes jesuitas acusados de encubrir abusos sexuales a menores en la ciudad de La Paz.
La investigación se centra en los sacerdotes que podrían haber ayudado a encubrir la violación de un niño en 1961 en un centro educativo, presuntamente cometida por el entonces arzobispo de La Paz, Alejandro Mestre. Según la fiscalía, Mestre violó al menor al menos en dos ocasiones.
En un comunicado, el fiscal general de Bolivia, Juan Lanchipa, dijo que los sacerdotes estaban acusados de guardar silencio durante décadas a pesar de tener conocimiento de que se había producido un delito y que su oficina había solicitado su arresto domiciliario en contra de Bernardo Mercado, Osvaldo Chirveches e Ignacio Suñol, entre otras medidas.
La investigación se produce tras el escándalo protagonizado por el sacerdote español Luis María Roma, que entre 1994 y 2005 atacó al menos a 100 menores de comunidades indígenas de la ciudad boliviana de Charagua mientras trabajaba como misionero.
Posteriormente, el pederasta registró en su diario personal los actos que se hicieron públicos. A pesar de que se informó a las autoridades eclesiásticas, nunca se tomaron medidas contra Roma, que murió en 2019 sin haber sido enjuiciado.