En el marco de su participación en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente Gabriel Boric abordó la situación de Venezuela y el impacto que ha tenido en nuestro país el incremento del flujo de migrantes procedentes del país caribeño.
“Chile está especialmente atento frente a la crítica situación que vive Venezuela. Estamos frente a una dictadura que pretende robarse una elección, que persigue a sus opositores y que es indiferente al exilio, no de miles, sino de millones de sus ciudadanos”, agregó.
En su intervención, el jefe de Estado planteó que las sanciones económicas que enfrenta actualmente el régimen de Nicolás Maduro “golpean más al pueblo venezolano que a sus gobernantes” y agregó que la “crisis política se conjuga con la crisis económica”.
En este sentido, el mandatario afirmó que la crisis política y económica de Venezuela ha empujado a siete millones de venezolanos al exilio, de los cuales 800 mil se encuentran en Chile. Frente a esta situación, Boric dijo que “Chile no está en condiciones de recibir más migración”.
“Como Presidente joven, latinoamericano y de izquierda, digo fuerte y claro que los derechos humanos se deben respetar siempre y en todo lugar, y debemos exigir este respeto sin importar el color político del dictador o presidente de turno que lo vulnere”, enfatizó.
La máxima autoridad del país aseguró que se requiere una salida política a la crisis de Venezuela con el reconocimiento del triunfo de la oposición en las últimas elecciones y pidió que lleve adelante “una transición pacífica a una democracia en forma”.
Asimismo, el jefe de Estado instó a las autoridades estadounidenses a “levantar las sanciones económicas que, en el sur, sabemos solo causan más pobreza en los pueblos y no en los dictadores”.
Por otro lado, el mandatario abordó la coyuntura política en Medio Oriente u dijo que se niega “a elegir entre el terrorismo de Hamás y la masacre y conducta genocida del Israel de Netanyahu; no tenemos que elegir entre barbaries”.
El mandatario también reiteró su postura a favor de la defensa de los derechos humanos y condenó la masacre que se inició en octubre del año pasado entre Israel y Hamás.
