En la tarde del martes, Irán lanzó cerca de 200 misiles sobre diferentes regiones de Israel, en lo que supone el peor ataque que jamás ha llevado a cabo Teherán sobre el Estado judío.
El ejército cifró en unos 180 los proyectiles disparados y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha difundido un comunicado en vídeo en el que se compromete a tomar represalias.
“Irán cometió un gran error esta noche y pagará por ello” (…). “El régimen de Irán no entiende nuestra determinación de defendernos y de tomar represalias contra nuestros enemigos”, comentó.
Netanyahu calificó el ataque como “frustrado”, gracias en gran medida “al sistema de defensa aérea de Israel, que es el más avanzado del mundo”. Además, el primer ministro llamó a que las “fuerzas de la luz en el mundo” se unan contra Teherán.
“Deben apoyar a Israel. La elección nunca ha sido más clara entre la tiranía y la libertad, entre la bendición y la maldición”, remarcó.
El ataque aéreo de Teherán representa una “escalada significativa” en el conflicto de Oriente Próximo, según ha asegurado el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan. El ejército israelí dio por terminado el bombardeo y reabrió su espacio aéreo.
