En un evento que marca un hito en las relaciones bilaterales, los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, firmaron este viernes un acuerdo de garantías de seguridad mutua.
La firma coincidió con el 25º aniversario del Tratado del Estado de la Unión, fortaleciendo la cooperación militar y estratégica entre ambas naciones en medio de crecientes tensiones geopolíticas.
El acuerdo incluye la adopción de principios conjuntos para el uso de armas nucleares y convencionales. Además, el Kremlin confirmó el despliegue adelantado del sistema de misiles Oréshnik en territorio bielorruso, subrayando la consolidación del bloque defensivo entre ambos países.
Detalles del acuerdo
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que este pacto es una respuesta directa a las “amenazas occidentales” y refuerza la colaboración estratégica. Asimismo, Ígor Nazaruk, viceministro de Asuntos Exteriores de Bielorrusia, explicó que el acuerdo abarca múltiples áreas de seguridad, incluyendo la estabilidad económica, defensa estatal y orden público.
Putin destacó que el despliegue de misiles Oréshnik en Bielorrusia, previsto inicialmente para 2025, se adelantará como parte del compromiso de proteger la soberanía de ambos estados frente a la OTAN y otras potencias occidentales. Estos sistemas avanzados forman parte de las capacidades nucleares tácticas que Rusia ya ha comenzado a instalar en territorio bielorruso.
Impulso militar y maniobras conjuntas
El pacto incluye también el desarrollo de maniobras militares conjuntas programadas para septiembre de 2025 en suelo bielorruso, las cuales buscarán afinar la interoperabilidad entre las fuerzas armadas de ambos países. Este tipo de ejercicios ya se ha intensificado en el último año, con despliegues de tropas y armamento sofisticado.
El presidente bielorruso, Lukashenko, calificó el acuerdo como un “escudo” para ambas naciones, señalando que asegura una respuesta unificada ante cualquier amenaza externa. “Estamos demostrando al mundo nuestra capacidad para actuar como un bloque cohesionado y eficiente en la defensa de nuestra soberanía”, añadió.
Reacciones internacionales
El avance militar y la profundización de la alianza entre Rusia y Bielorrusia han generado preocupación en Occidente. Analistas señalan que el despliegue de misiles Oréshnik y el fortalecimiento del eje Moscú-Minsk podrían alterar el equilibrio estratégico en Europa Oriental.
Este tratado reafirma el rol central de ambas naciones en la geopolítica regional, consolidando su posición frente a las presiones internacionales y reforzando su capacidad de disuasión ante posibles acciones de la OTAN.