La Caleta Chipana, ubicada a 138 kilómetros al sur de Iquique, se convirtió en la número 50 a nivel nacional en recibir la asignación de destinación marítima bajo la Ley de Caletas.
La firma del convenio de uso fue encabezada por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y el Sindicato de Trabajadores Independientes de Buzos Mariscadores y Asistentes de la caleta. Este hito marca un avance significativo en la implementación de la ley que regula la administración de las caletas pesqueras artesanales en el país.
Asimismo, la Caleta Chipana destaca no solo por ser un centro pesquero, sino también por su enfoque sostenible y su incorporación del enfoque de género en la gestión. La organización administra un Área de Manejo de Explotación de Recursos Bentónicos (AMERB), que promueve prácticas de conservación y explotación sustentable.
Soledad Tapia Almonacid, directora nacional de Sernapesca, subrayó la importancia de este convenio que “los pescadores y pescadoras de la caleta pueden mejorar la gestión de sus recintos, impulsando el desarrollo económico de sus comunidades y fortaleciendo el aporte de esta actividad al país”.
Desde la implementación de la ley en 2018, los tiempos promedio para la asignación de áreas marítimas han disminuido de 18 a 3 años. Esto ha permitido avances significativos en la administración de caletas como Chipana, junto a otros recintos emblemáticos como la Caleta de Coquimbo, Pacheco Altamirano de San Antonio, y Mississippi en Los Ríos.
A la fecha, 50 caletas han completado el proceso, mientras que otras 79 están en tramitación. Sernapesca continúa liderando la gestión técnica y acompañamiento a las organizaciones, promoviendo el desarrollo pleno de la pesca artesanal.
La directora de Sernapesca hizo un llamado a los pescadores y pescadoras del país para que se sumen a esta iniciativa. “Este régimen de administración ofrece asesoría permanente y promueve el desarrollo integral de esta actividad clave para las comunidades y el país”, enfatizó.
Con este avance, la Ley de Caletas refuerza su impacto en el fortalecimiento de la pesca artesanal y la mejora de la gestión en las comunidades costeras de Chile.