En los últimos años, la región ha enfrentado un problema que afecta no solo el desarrollo territorial, sino también la esperanza y los derechos de muchas familias que buscan un lugar digno donde vivir. Me refiero a la ocupación irregular de terrenos fiscales, un fenómeno que, lamentablemente, en muchos casos, es impulsado por personas inescrupulosas que engañan a quienes tienen una legítima necesidad habitacional.
Como Delegación Presidencial hemos tenido que tomar decisiones difíciles y complejas relacionadas con la recuperación administrativa de terrenos. Estas medidas, que algunos pueden percibir como duras, son necesarias para proteger el bien común y garantizar que los espacios públicos y fiscales sean utilizados de manera adecuada, en beneficio de toda la comunidad.
Es inadmisible que haya quienes lucren con la desesperación de las personas, vendiendo terrenos que no les pertenecen, generando falsas expectativas y poniendo en riesgo la integridad y estabilidad de cientos de familias. Frente a esta realidad, no podemos permanecer indiferentes. Nuestro deber como autoridad es actuar con firmeza, siempre respetando el marco legal y los derechos de todas las personas involucradas.
Entendemos que la necesidad habitacional en nuestra región es una preocupación legítima, y como gobierno estamos trabajando en soluciones concretas para enfrentar esta problemática. Estamos fortaleciendo los programas habitacionales, buscando nuevas opciones para la entrega de terrenos de manera regulada y promoviendo proyectos que permitan a las familias acceder a viviendas dignas.
El Estado no tolerará la ocupación irregular ni permitirá que individuos sin escrúpulos continúen jugando con la esperanza de las personas. Seguiremos trabajando para recuperar los terrenos fiscales, porque son un recurso que pertenece a todos y a todas y deben ser administrados con responsabilidad y equidad.
Reitero mi compromiso de trabajar por una región más justa, donde las oportunidades de acceso a la vivienda se logren a través de mecanismos transparentes y legítimos. Invito a la ciudadanía a denunciar cualquier situación irregular y a sumarse al esfuerzo por construir una región donde el respeto y el bienestar colectivo sean los pilares de nuestro desarrollo.