Con el objetivo de resguardar sus tradiciones ancestrales y promover las actividades productivas de la comunidad, la Asociación Indígena Aymara Yabricollita y Caya, en colaboración con Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi, ha inaugurado una nueva sede cultural, “Mama Uta” (“casa madre” en aymara), en la comuna de Alto Hospicio. La sede, que se abrió oficialmente en mayo de 2024, es un espacio de tres niveles destinado a facilitar los encuentros, talleres y eventos culturales de los 25 integrantes de la asociación y sus familias.
Licio García, presidente de la Asociación Yabricollita y Caya, destacó que la nueva sede representa un avance importante para la comunidad: “Ahora tenemos un espacio común para reunirnos, compartir y realizar nuestras actividades culturales. Todo esto es resultado del trabajo permanente que mantenemos con la compañía minera”, señaló.
Además de proporcionar un espacio para la comunidad, el proyecto también ha impulsado el fortalecimiento de la producción textil aymara. En agosto del año pasado, se llevaron a cabo tres talleres de capacitación con la participación de las 14 artesanas de la asociación, quienes fueron asesoradas en diseño de tejidos y otras técnicas para formalizar sus emprendimientos y comercializar sus creaciones.
Karen Hernández, supervisora de Relacionamiento Pampas y Quebradas de Collahuasi, resaltó los avances de este proyecto, destacando el compromiso de la empresa minera con el patrimonio cultural de la región. “Es un tremendo y relevante proyecto, cuyo primer hito fue la inauguración de la sede ‘Mama Uta’, seguido de otras acciones conjuntas que buscan poner en valor el acervo cultural y el desarrollo sustentable de la comunidad”, expresó.
El proyecto culminó con la creación de la tienda “Arte Yabricollita”, ubicada en el primer nivel de la sede, que abrió sus puertas al público hace tres meses. Esta tienda ofrece una plataforma online (www.arteyabricollita.cl), permitiendo a las tejedoras de la comunidad proyectar sus productos comercialmente y generar autofinanciamiento para la asociación. Silvia Mollo, una de las artesanas, compartió su satisfacción por el apoyo recibido: “Estamos muy contentos con este acompañamiento, ya que esto no lo podríamos haber hecho solas y es gracias al apoyo de Collahuasi”.
Este proyecto no solo preserva las tradiciones textiles de la comunidad, sino que también brinda nuevas oportunidades económicas y comerciales a las artesanas de la región.



