El expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, de 89 años, atraviesa la fase terminal de un cáncer de esófago y permanece en su chacra de Rincón del Cerro, donde recibe cuidados paliativos para sobrellevar el dolor. Así lo confirmó este fin de semana su esposa, la ex vicepresidenta Lucía Topolansky, quien explicó que el objetivo ahora es garantizarle su calidad de vida en este tramo final.
“Yo estoy hace más de 40 años con él y voy a estar hasta el final, eso fue lo que prometí. Lo que tratamos de hacer es reservar la intimidad de nuestra familia, pero con un personaje como Pepe es medio imposible“, agregó.
En enero pasado, Mujica había hecho público que el tumor se había extendido a otros órganos, y que, debido a su avanzada edad y otras enfermedades crónicas que padece, no era posible continuar con tratamientos agresivos.
“No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta”, explicó entonces en una entrevista con el semanario Búsqueda. “Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”.
En tanto, el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, también confirmó que Pepe Mujica está “delicado de salud y no puede moverse”. El mandatario visitó a la exautoridad en su chacra, ubicada a las afueras de Montevideo y dijo que están “tratando de cuidarlo y que no haga cosas que lo pueden perjudicar”.
Cabe mencionar que la ausencia de Mujica en las elecciones departamentales uruguayas llamó la atención el domingo, pues el líder de la izquierda latinoamericana jamás se había perdido una votación desde el regreso a la democracia en 1985.



