El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Iquique dictó una condena de 5 años y un día de presidio efectivo contra el exdetective J.M.R.E., al hallarlo culpable de los delitos de apremios ilegítimos u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, en concurso con el delito de violación. Los hechos se perpetraron en mayo de 2023 en la ciudad.
El fallo fue unánime por parte del tribunal, integrado por los magistrados Arturo Fernández Vargas (presidente), Cristián Malebrán Eyraud y Gloria Calvo Godoy (redactora). Además de la pena de presidio, J.M.R.E. fue inhabilitado de forma absoluta y perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos, así como para profesiones titulares mientras dure la condena.
Una vez que la sentencia quede ejecutoriada, el tribunal ordenó que se proceda a la toma de muestras biológicas del condenado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
Según lo acreditado por el tribunal, el 12 de mayo de 2023, la víctima, de nacionalidad colombiana y de 27 años, se encontraba en calidad de imputada y privada de libertad en el cuartel policial de avenida Salvador Allende N°2901 de Iquique. La mujer había sido detenida en el marco de la investigación conocida como “La Mafia del Norte”. En ese momento, estaba bajo la custodia del subinspector J.M.R.E., quien era el encargado del turno de guardia en la unidad policial.
Aproximadamente a las 23:35 horas, el policía, abusando de su cargo y funciones, y teniendo prohibido sacar a los detenidos del lugar sin la compañía de otro funcionario, se prevalió de una posición de desigualdad respecto de la detenida. Acudió hasta el calabozo y la condujo a otra dependencia donde le explicó que la quería ayudar y que debía colaborar con él para beneficiarla. Una vez reintegrada al sector de calabozos, le indicó que se bañara, para luego trasladarla a una oficina, donde procedió a violarla.
Consumada la agresión, el condenado le dijo a la víctima que se vistiera y le advirtió que no dijera nada “porque nadie le iba a creer”, devolviéndola al sector de los calabozos. Horas más tarde, J.M.R.E. regresó a la celda donde permanecía la víctima y le reiteró la advertencia de no decir nada.
Cabe destacar que, tras la denuncia de la víctima y la investigación de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales de la PDI, la Policía de Investigaciones desvinculó rápidamente al funcionario de la institución. En su momento, la PDI reiteró su postura contra cualquier conducta que vulnere la ley o los valores de la institución. Aunque la fiscalía solicitó prisión preventiva, la corte en primera instancia la denegó, pero la decisión fue apelada posteriormente.
