Una delegación de diplomáticos, que realizaba una visita en terreno para observar la situación humanitaria en la zona de la localidad de Yenín, en el norte de Cisjordania ocupada, fue tiroteada sin que se produjeran heridos, lo que provocó una oleada de condenas en los círculos diplomáticos.
Según la agencia palestina de noticias Wafa, la delegación iba acompañada de periodistas cerca de la verja de hierro instalada por el Ejército israelí en la entrada oriental del campo cuando fue tiroteada.
La delegación incluía embajadores de más de 20 países, entre ellos, Egipto, Jordania, Marruecos, Portugal, China, Austria, Brasil, España y varios representantes de la Unión Europea.
El Ministerio de Asuntos Exteriores palestino condenó el ataque israelí, afirmando que constituye una grave violación de las normas diplomáticas estipuladas en la Convención de Viena de 1961, que prevé la protección de las misiones y delegaciones diplomáticas.
En tanto, el Ejército israelí emitió un comunicado en el que afirmaba que la delegación diplomática llegó a una zona restringida del campo de Yenín y rebasó la ruta preacordada, que se determinó debido a su presencia en una zona de combate activo.
Además, Israel afirmó que los soldados que se encontraban en la zona “desconocían la presencia de una misión diplomática en las proximidades y, por tanto, dispararon al aire, no directamente contra ellos, para alejarlos. No hubo daños ni heridos”.
Después de que los soldados descubrieron la presencia de la misión, el comandante de la División de Cisjordania, general de brigada Yaki Dolph, inició una investigación sobre el incidente.
