Ayer miércoles se confirmó que el cobre refinado, principal producto de exportación de Chile hacia Estados Unidos, quedó excluido del arancel del 50% impuesto por el gobierno de Donald Trump a partir del 1 de agosto.
La medida fue oficializada a través de un decreto presidencial y representa un alivio clave para la industria nacional, ya que en 2024 los envíos de este producto superaron los US$ 5.860 millones, mientras que hasta junio de 2025 ya sumaban US$ 4.189 millones.
El nuevo arancel afectará únicamente a productos “semi terminados” de cobre, como cables, tubos y componentes elaborados, quedando expresamente fuera materias primas como cátodos, concentrados, ánodos y chatarra. Esta exclusión sorprendió a los mercados internacionales, provocando una caída cercana al 19% en el precio del cobre en la bolsa Comex, debido a un ajuste en las expectativas inflacionarias.
El presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, calificó la decisión como una “buena noticia” y destacó que Chile podrá continuar abasteciendo sin trabas el mercado estadounidense con cátodos de cobre, en los cuales el país es el principal proveedor.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, explicó que Chile insistirá en incluir el tema del cobre dentro de un acuerdo comercial más amplio con Estados Unidos. “Abordar este tema de forma integral permitirá proteger también otros productos estratégicos, como la madera y bienes agrícolas”, afirmó.
La decisión llega en medio de crecientes tensiones comerciales impulsadas por el expresidente Trump, cuyo paquete de aranceles apunta a reducir la dependencia de EE.UU. de importaciones clave, reconfigurando los flujos del comercio internacional.
