Durante la sesión ordinaria Nº44 del Concejo Municipal de Iquique, se presentaron los resultados del estudio de prefactibilidad para la construcción de un nuevo terminal de buses, cuya operación se proyecta para el año 2029. La iniciativa busca descongestionar el centro urbano y mejorar la conectividad regional mediante una moderna infraestructura emplazada en el sector de avenida Tadeo Haenke con la ruta A-504.
La exposición estuvo a cargo del arquitecto Rodrigo Arancibia, profesional de la Secretaría Comunal de Planificación (Secoplac), quien explicó que la etapa de prefactibilidad ya fue concluida y que ahora el proyecto avanzará a su fase de diseño. Esta contempla la presentación ante el Ministerio de Desarrollo Social para obtener la Recomendación Satisfactoria (RS), la definición del mecanismo de financiamiento —a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) u otras fuentes— y la posterior licitación para contratar la consultoría de diseño. Este proceso está proyectado para desarrollarse entre 2025 y 2026.
El terreno destinado al nuevo terminal está definido como zona de equipamiento de transporte en el plan regulador comunal y colinda con el área en que también se proyecta una estación del futuro teleférico de Iquique.
“Uno de los aspectos clave en la elección del terreno es su conectividad. La idea es evitar que los buses ingresen al centro, como ocurre actualmente, lo que agrava la congestión. El nuevo emplazamiento permite descongestionar el tránsito y articular el terminal con el teleférico, con el que estamos coordinando mediante una mesa de trabajo con la Dirección de Concesiones”, explicó Arancibia.
Durante la sesión, varios concejales manifestaron inquietudes respecto al diseño preliminar, particularmente en torno a su capacidad y proyección. El concejal del Partido Republicano, Domingo Campodónico, advirtió que la propuesta de solo 18 estacionamientos para buses sería insuficiente. “Yo considero que es demasiado poco. Se colapsa en cualquier momento y eso es un tremendo perjuicio para la ciudad”, señaló.
La concejala Carolina Valdés (PDG) también planteó la necesidad de considerar la ubicación limítrofe de Iquique y su potencial para recibir tanto empresas nacionales como internacionales. “¿Cuántas empresas van a tener oficinas en el terminal? Porque de eso también dependerá el número de andenes. Deberíamos evaluar eso desde ya”, indicó.
A esas observaciones se sumó el concejal Washington Maldonado (IND-PS), quien subrayó la urgencia de avanzar rápidamente con el proyecto para evitar mayores retrasos. “Ojalá que salga lo más rápido posible. Si nos tardamos más, esto se puede demorar seis, siete u ocho años. Este nuevo terminal también permitiría entrar a una etapa de prefactibilidad para remodelar el actual terminal, que no es de propiedad municipal. Lo importante es que se ocupen rápido los pocos espacios disponibles que tenemos”, afirmó.
Frente a estas inquietudes, el alcalde Mauricio Soria aclaró que lo presentado corresponde a una etapa previa al diseño definitivo. “Esto es una visión de lo que se quiere lograr. Ahora viene el diseño, que va a determinar detalles como accesos, circulación, paraderos, y también se ajustará a las normativas de inclusividad. Incluso está contemplada una pieza artística, que será definida más adelante”, precisó.
En cuanto a las condiciones del terreno, Arancibia indicó que presenta pendientes de entre 16 y 32 metros, lo que representa un desafío para el diseño arquitectónico. No obstante, aseguró que el proyecto contempla soluciones para adaptar la estructura funcionalmente a esta topografía.
Según lo expuesto, la construcción del nuevo terminal se desarrollaría entre 2027 y 2029, permitiendo dotar a Iquique de una infraestructura moderna y adecuada a las necesidades del transporte interurbano de la región.
