El nuevo Complejo Aduanero de Quillagua avanza hacia su etapa final y se perfila como un referente de innovación y eficiencia energética en el norte del país. La obra incorpora una planta fotovoltaica, tratamiento de aguas grises y cuenta con la Certificación Edificio Sustentable (CES), transformándose en un hito para el control fronterizo y la transición energética.
Durante una visita inspectiva, recorrieron el lugar el delegado presidencial regional (s), Pedro Medalla; el seremi de Obras Públicas, Juan Papic; y la seremi de Energía, Séfora Sidgman, junto a otras autoridades regionales y equipos técnicos de Aduanas y el MOP.
El proyecto fue diseñado con altos estándares de sustentabilidad. Incluye agua sanitaria solar, una planta de tratamiento de aguas grises para riego, manejo independiente de residuos y un sistema fotovoltaico off grid de 650 kW con un banco de baterías de más de 1.300 kWh, lo que permitirá el funcionamiento autónomo y limpio de sus instalaciones.
El delegado presidencial (s), Pedro Medalla, destacó que la obra, iniciada en marzo de 2024, culminará en agosto y será entregada en octubre. “Este proyecto comenzó y terminará bajo el Gobierno del Presidente Gabriel Boric. En su construcción ya generó más de 150 empleos y dinamizó la economía regional”, afirmó.
El seremi del MOP, Juan Papic, subrayó que esta reposición forma parte de un plan de intervención en los pasos fronterizos de Tarapacá. “Los 27 mil millones de pesos invertidos en Quillagua son un beneficio directo para la ciudadanía y para quienes operan en estas instalaciones. Se trata de una obra clave en materia de seguridad pública”, explicó.
En tanto, la seremi de Energía, Séfora Sidgman, resaltó que con más de 1.200 paneles solares, el complejo podrá abastecer con energía limpia más del 50 % de sus instalaciones. “Este es un ejemplo concreto de cómo avanzamos en transición energética en sectores estratégicos como los controles fronterizos”, indicó.
El director regional de Aduanas, Cristian Molina, adelantó que la nueva infraestructura permitirá triplicar el personal de fiscalización, pasando de 15 a 50 funcionarios. Además, contará con áreas diferenciadas para vehículos de carga, de pasajeros y particulares, junto con un espacio habilitado para el camión escáner, que operará las 24 horas.
Actualmente, el paso de Quillagua controla cada año más de un millón de vehículos, cerca de tres millones de personas y ocho millones de toneladas de carga. Con su modernización, este complejo fronterizo refuerza la seguridad, impulsa la integración regional y marca un avance hacia la sustentabilidad en la macrozona norte.



