El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo Falcón, junto al inspector operativo (s) de Gendarmería, coronel Mario Cid Dinamarca, entregaron este jueves un balance de los procedimientos masivos de registro y allanamiento realizados en ocho recintos penitenciarios del norte del país.
Más de 800 funcionarios de distintas unidades de Gendarmería se desplegaron en el Complejo Penitenciario de Arica, Alto Hospicio y Antofagasta; el Centro de Detención Preventiva de Calama, Taltal y Tocopilla; el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Iquique y el Centro Penitenciario Femenino de Iquique.
En total, fueron registradas 6.932 personas privadas de libertad, logrando decomisar 38 teléfonos celulares, 44 litros de licor artesanal, 952 gramos de drogas y 209 armas blancas.
El ministro Gajardo explicó que este despliegue se enmarca en el Plan Nacional Contra el Crimen Organizado impulsado por el Gobierno desde 2022, aunque con una innovación: ahora se realizan allanamientos masivos por zonas, lo que permite controles más exhaustivos.
“Estamos dando cuenta de un procedimiento masivo que busca minimizar situaciones complejas al interior de los recintos penitenciarios. Estos operativos forman parte de una estrategia integral para reforzar la seguridad”, señaló el secretario de Estado.
El coronel Mario Cid Dinamarca destacó la labor de los grupos especializados de Gendarmería, precisando que se intervino en cárceles catalogadas como complejas y ubicadas en sectores de alta vulnerabilidad, como Arica, Alto Hospicio y Antofagasta.
“Logramos sacar de circulación elementos prohibidos que provocan conflictos internos y ponen en riesgo la seguridad tanto de la población penal como de nuestros funcionarios”, afirmó el oficial.
Además de los procedimientos masivos, Gendarmería informó que mantiene un refuerzo en tecnologías de vigilancia y monitoreo permanente, junto a controles preventivos diarios. Estas acciones, según la institución, buscan fortalecer la seguridad interna y anticiparse a eventuales contingencias que puedan alterar la estabilidad dentro de los recintos penitenciarios.
