La Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó en forma unánime, con 120 votos a favor, las modificaciones introducidas por el Senado al proyecto de ley que establece reglas especiales de vigencia para las cédulas de identidad de personas mayores.
La iniciativa, originada en una moción parlamentaria, contempla que las cédulas de identidad emitidas a adultos mayores de cuarta edad (más de 80 años) y a personas en situación de dependencia severa, tendrán una vigencia de 20 años.
En el caso de los viajes internacionales, la normativa precisa que si han transcurrido más de diez años desde su emisión, el documento deberá renovarse en el Registro Civil para ser válido en el extranjero.
El texto aprobado reemplaza la redacción original, que hacía referencia a personas “que hayan cumplido 80 años” y a quienes se encontraban “postrados”. Con ello, se adoptan términos más amplios y acordes a la realidad demográfica y sanitaria del país.
Según los autores, esta extensión busca facilitar la vida de los adultos mayores, quienes muchas veces enfrentan limitaciones físicas y de salud que dificultan trasladarse a renovar sus documentos. Además, la medida contribuirá a descongestionar la atención del Registro Civil, considerando el aumento sostenido de la población mayor en Chile.
El proyecto también responde a la realidad de las personas con dependencia severa, quienes requieren asistencia para sus actividades diarias y que desde 2006 cuentan con el Programa de Apoyo a las Personas Postradas. Sin embargo, la necesidad de renovar su cédula cada 10 años implica un esfuerzo logístico y familiar importante, lo que se busca aliviar con esta reforma.
La iniciativa ahora queda en condiciones de ser promulgada por el Ejecutivo, lo que permitirá que entre en vigencia en los próximos meses. Una vez en aplicación, los beneficiarios podrán acceder a documentos de identidad con mayor duración, válidos dentro del territorio nacional, reforzando el derecho a la identidad de uno de los grupos más vulnerables de la población.



