La ministra de Defensa Nacional, Adriana Delpiano, se refirió este martes a los principales desafíos que enfrenta el país en seguridad, con especial énfasis en el norte.
Según la secretaria de Estado, la frontera con Bolivia cuenta hoy con tecnología avanzada de vigilancia que ha permitido un mayor control, pero en Colchane, en la frontera con Bolivia, la situación es distinta y mucho más compleja. “Nuestro problema mayor está en el paso por Bolivia, hacia Bolivia, que está en Colchane. Ese es nuestro punto focal”, advirtió.
Delpiano explicó que se trata de una frontera difícil por razones geográficas e históricas, ya que se trata de una zona ancestralmente compartida donde familias viven a un lado y otro de la línea divisoria.
Por ello, el Gobierno está reforzando la entrega de equipamiento y herramientas tecnológicas para mejorar la vigilancia, junto con mantener reuniones bilaterales con Bolivia, país que enfrenta fenómenos similares en pasos no habilitados.
La ministra también se refirió a los casos de funcionarios militares involucrados en delitos de narcotráfico. Reconoció que el crimen organizado busca permear a distintas instituciones, pero aseguró que la situación está bajo control.
“Los casos que se han dado en total son 15, 16 personas (…) están todas dadas de baja”, indicó, precisando que existen medidas de contrainteligencia, test de drogas y controles reforzados para evitar que estos episodios se expandan dentro de las Fuerzas Armadas.
Delpiano recalcó que el compromiso de los altos mandos ha sido clave en contener estos hechos y que el Gobierno seguirá trabajando para resguardar tanto la seguridad fronteriza como la integridad institucional frente a la amenaza del crimen organizado.
