Este jueves el Supremo Tribunal Federal condenó al expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a 27 años y tres meses de cárcel por haber liderado un intento de golpe de Estado, tras perder las elecciones de 2022 ante Luiz Inácio Lula da Silva.
En el juicio, la ministra Carmen Lucía indicó que la Procuraduría General de la República (PGR) demostró la existencia de una organización criminal liderada por el entonces presidente Jair Bolsonaro, que implementó un plan progresivo y sistemático de ataque a las instituciones con el fin de socavar la alternabilidad en el poder y el libre ejercicio de los poderes constitucionales, especialmente el Poder Judicial.
“Para ello, utilizó una milicia digital que lanzó ataques contra el sistema electoral y las máquinas de votación electrónica”, se agrega en la resolución.
Según la magistrada, la fiscalía demostró una serie de prácticas diseñadas y ejecutadas para radicalizar la actividad social y política, con el fin de crear una crisis que allanara el camino a un golpe de Estado.
“El intento de abolir el Estado democrático de derecho y el intento de golpe de Estado demuestran claramente que se trata de un delito en grado de tentativa, porque si se hubiera agotado, no estaríamos aquí para juzgar”, declaró.
En tanto, el juez Cristiano Zanin rechazó todos los argumentos preliminares presentados por la defensa del expresidente y reafirmó la competencia del Supremo Tribunal Federal y de la Primera Sala para juzgar el caso, destacó que los abogados tuvieron acceso a las pruebas y concluyó que no existía.
Según el ministro, la Fiscalía General describió satisfactoriamente “la existencia de una organización criminal armada, jerárquicamente estructurada, con división de tareas y centrada en una lucha de poder que buscaba mantener a Jair Bolsonaro en el poder mediante la comisión de actos ilícitos”.
“La rendición de cuentas adecuada y legal de quienes buscan la disrupción institucional es fundamental para la pacificación social y la consolidación del Estado Democrático de Derecho”, afirmó Zanin.
El ministro también destacó que el llamado Núcleo 1 estaba recurriendo a tácticas de intimidación contra las autoridades federales, disfrazadas de críticas a sus acciones, pero basadas en información deliberadamente falsa. También mencionó el inminente uso de las Fuerzas Armadas para imponer su voluntad. “Esta es una táctica amenazante destinada a coartar el libre ejercicio de los poderes establecidos”, observó.
Por su parte, el magistrado Luiz Fux, único voto en contra, votó por absolver a Bolsonaro por considerar que no había pruebas suficientes y alertó sobre un posible “juicio político”.
Se trata de la primera vez que un exjefe de Estado brasileño es condenado por golpismo, algo que Bolsonaro rechaza como una persecución política.
De hecho, el exmandatario de ultraderecha se encontraba en arresto domiciliario desde agosto y no participó en las audiencias por motivos de salud.
Tras conocer el fallo, Flavio Bolsonaro, hijo del ahora condenado exjefe de Estado, criticó la sentencia, calificando el proceso de previamente decidido, mientras que sectores de la sociedad celebraron la decisión en Brasilia con gritos de “¡Bolsonaro a prisión!”.



