El presidente francés, Emmanuel Macron, aceptó este lunes la dimisión de su primer ministro, Sébastien Lecornu, apenas 14 horas después de haber anunciado la formación de su gobierno.
Lecornu fue el quinto primer ministro de Francia en menos de dos años. El país se ha visto sumido en una parálisis política desde que las elecciones anticipadas convocadas por Macron en 2024 resultaron en que ningún partido obtuviera mayoría absoluta en el parlamento.
En una declaración pública Lecornu dijo que “no se puede ser primer ministro cuando no se dan las condiciones” para gobernar. Asimismo, deploró los “apetitos partidistas” que han llevado a su dimisión y pidió “borrar ciertos egos”.
También enumeró tres razones que le impiden seguir siendo jefe de Gobierno. En primer lugar, citó el hecho de que los partidos políticos “en ocasiones fingieron ignorar el cambio, la profunda ruptura que representaba no aplicar el Artículo 49.3 de la Constitución”, que permite adoptar leyes sin el acuerdo del Parlamento, y que, según él, desbarataba el “pretexto para la censura previa” en la Asamblea Nacional.
En segundo lugar manifestó que “los partidos políticos siguen adoptando una postura como si todos tuvieran mayoría absoluta en la Asamblea Nacional”.
Por último, dijo que “la composición del gobierno dentro del núcleo común (los partidos de centro y derecha que componen el gobierno) no fue fluida”. Según Lecornu, esas tensiones provocaron “el resurgimiento de algunos deseos partidistas, a veces relacionados con las próximas elecciones presidenciales” de 2027.
