El pasado 11 de octubre se cumplió un año del incendio que destruyó por completo el convento franciscano y el templo San Antonio de Padua de Iquique, conocido también como San Francisco, declarado Monumento Nacional en 1994.
Durante el fin de semana, la comunidad realizó por primera vez una eucaristía en el sitio donde se levantaba la iglesia, una ceremonia marcada por la esperanza y los signos del proceso de reconstrucción: un jardín en crecimiento, una cruz elaborada con madera rescatada del incendio y una campana recuperada entre las cenizas.
Aníbal Valenzuela, integrante de la Comisión de Voluntariado, Memoria y Reconstrucción, recordó que tras el siniestro “la comunidad comenzó a organizarse de inmediato. Para nosotros, la reconstrucción partió por el jardín del convento, un esfuerzo conjunto de vecinos, voluntarios e instituciones que permitió recuperar el patio, hoy completamente verde y florecido. Eso ha devuelto el ánimo a todos”.
Desde el ámbito administrativo, el proceso tuvo un punto clave en diciembre de 2024, cuando se constituyó una mesa técnica con la comunidad parroquial y los frailes franciscanos. “Ahí comenzaron los primeros pasos, definiendo que este patrimonio se iba a reconstruir”, explicó Valenzuela. Con apoyo del Colegio de Arquitectos, se realizó una jornada participativa donde los asistentes coincidieron en recuperar la forma original del templo, con sus dos torres y su diseño característico.
Actualmente, el proceso avanza bajo la supervisión del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP), adaptándose a las nuevas normas de reconstrucción y accesibilidad universal.
Sin embargo, Valenzuela reconoció que “el sentimiento general es que la cosa se está demorando”, aunque destacó que las actividades mensuales en el sitio —como conversatorios, encuentros y misas— han mantenido viva la memoria y la cohesión del barrio.
El historiador Alberto Díaz Araya, académico de la Universidad de Tarapacá (UTA), subrayó el valor simbólico de este proceso.
“El incendio que destruyó el convento y la iglesia de San Francisco representa una pérdida irreparable para el patrimonio histórico y espiritual de Iquique. Ambos espacios, de profunda significación para la comunidad, dejaron un vacío material y simbólico. Se espera que las autoridades logren concretar el anhelo colectivo de reconstruir un templo que encarna la memoria, la cultura y la identidad de la ciudad”, señaló.
Avances del proyecto de reconstrucción
Actualmente, la Dirección de Arquitectura del MOP trabaja en la reevaluación técnica del proyecto, etapa previa a su envío al Ministerio de Desarrollo Social y Familia (Midesof) para la obtención de la recomendación favorable que permitirá asegurar su financiamiento.
El proyecto de reconstrucción será financiado con recursos estatales, principalmente a través del Gobierno Regional de Tarapacá, y busca no solo recuperar el edificio patrimonial, sino también revivir un espacio de encuentro espiritual, cultural y comunitario para Iquique.
