Un grupo de seis excancilleres chilenos manifestó su “profunda preocupación” por las recientes declaraciones del candidato presidencial José Antonio Kast en materia migratoria, advirtiendo sobre el impacto negativo que estas podrían tener en la dignidad de las personas migrantes y en las relaciones diplomáticas con Perú y Bolivia.
Entre los firmantes del pronunciamiento se encuentran José Miguel Insulza, Soledad Alvear, Heraldo Muñoz y Antonia Urrejola, quienes cuestionaron la viabilidad, legalidad y efectos diplomáticos de las propuestas presentadas por el líder del Partido Republicano.
Los excancilleres señalaron que las ideas de expulsiones masivas, confinamiento de migrantes en recintos similares a cárceles y el posible quiebre de núcleos familiares son incompatibles con los estándares internacionales en derechos humanos y con el respeto a la dignidad humana.
Asimismo, expresaron que la intención de “empujar” a miles de personas hacia las fronteras de países vecinos, sin coordinación bilateral, constituye un gesto “inamistoso” que podría afectar la confianza mutua con Perú y Bolivia, complicando aún más la gestión de la migración en la región.
Además, calificaron como inviable la propuesta de expulsar a unas 350.000 personas de forma indiscriminada, argumentando que carece de sustento logístico, financiero y respaldo diplomático. Citaron como ejemplo el rechazo del gobierno de Nicolás Maduro a recibir repatriados desde Chile.
Inmigración irregular: una preocupación compartida
Pese a sus reparos a las propuestas de Kast, los excancilleres coincidieron en que la inmigración irregular es un problema serio que debe ser abordado. Indicaron que el Estado tiene el deber de ejercer un control más efectivo de sus fronteras y ordenar los flujos migratorios, pero subrayaron que las respuestas deben ser viables, acordadas con países vecinos y respetuosas del derecho internacional.
“El país necesita soluciones firmes, no planteamientos retóricos que prometen respuestas simples a problemas complejos”, concluyeron.
