La colostomía es una de las consecuencias que pueden enfrentar muchos pacientes cuando se les realiza una extracción de pólipos -o crecimientos anormales- en el colon y recto.
La razón es que el recto es un lugar propenso para estos crecimientos y extraerlos puede causar un daño que obliga al paciente a ser sometido, entre otras intervenciones quirúrgicas, a una colostomía o extracción parcial del recto.
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Este procedimiento hace que algunos pacientes deban cargar una bolsa donde se deposita la materia fecal que el cuerpo ya no puede almacenar, lo que es causa de muchas incomodidades.
Pero ya hay buenas noticias al respecto.
Cirujanos en Reino Unido desarrollaron una técnica para preservar el intestino cuando se extraen crecimientos anormales –algunos de ellos cancerosos- de gran tamaño.
El avance médico es considerado “revolucionario” por los especialistas.
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El nuevo procedimiento quirúrgico desarrollado en Londres fue probado con 20 personas y el pólipo más grande extraído fue de 18 centímetros.
El equipo de médicos del hospital St. Mark’s de Londres afirmó que el método le “cambió la vida” a los pacientes.
Un pólipo no es necesariamente un tumor. Pero entre más crecen, mayor es su probabilidad de volverse cancerosos.
Por eso es común que sean removidos para evitar que se conviertan en un riesgo para la salud, pero muchos de ellos son difíciles de extraer.
De hecho, algunas de estas formaciones son tan grandes que pueden cubrir toda la circunferencia del recto. Y es allí, cuando son extraídas, que causan daños severos.
Tres frentes de trabajo
El gastroenterólogo Brian Saunders y el cirujano Janindra Warusavitarne fueron los encargados de desarrollar la nueva técnica para el hospital St. Mark’s.
El procedimiento implica introducir un tubo hacia el recto a través del ano.
La herramienta combina las propiedades de la laparoscopia –operaciones de invasión mínima a través de un orificio en el cuerpo- y la endoscopia.
Lo que hace el aparato es que mientras un cirujano extrae el pólipo de la pared intestinal, el otro puede cortar con tranquilidad sin causar mucho daño en el intestino.
“Lo que hace esta herramienta es minimizar el trauma en el área rectal”, le explicó Saunders a la BBC.
Y añadió: “El paciente con un pólipo de 18 centímetros no podría pararse de la cama después de una operación así: estaría secretando mucosidad por el ano, perdiendo sodio y potasio, lo que afectaría su presión arterial y difícilmente podría estar de pie”.
“Ahora en cambio, con este procedimiento, él está bien, de vuelta a su trabajo y con una vida plena”.
“Para algunos pacientes, esto trae un cambio radical para su vida”, señala el investigador.
Intestino a salvo
George McAusland, de 53 años, pensó que tenía síndrome del intestino irritable por más de diez años.
“Permanentemente tenía ganas de ir al baño, con diarrea contínuamente. Casi unas seis veces en el día e inclusive durante la noche”, le dijo a la BBC.
Hace poco, McAusland visitó al doctor y descubrió que tenía un pólipo de 7 centímetros en su cuerpo.
Aunque la operación para extraer el bulto gigante tomó más de cinco horas, se logró conservar la función rectal del paciente.
McAusland se siente afortunado de haber escapado de la “bolsa de colostomía”.
“No me puedo imaginar cómo habría sido vivir con eso. La gente que tiene una bolsa necesita estar medicada. Me siento muy aliviado de no tener que hacerlo”, señaló.
Todavía no es claro cuánta gente se puede beneficiar de este nuevo tratamiento.
Por ahora la técnica solo podrá ser aplicada en pacientes con pólipos de gran tamaño o en las primeras etapas de cáncer, no para los que están en estado avanzado de la enfermedad.
El equipo de St. Mark’s estima que en el hospital entre 300 y 400 personas podrían ser recomendadas para el tratamiento cada año.
El diagnóstico
Todavía no es claro por qué en el recto surgen más pólipos de gran tamaño que en el resto del colon.
Una de las teorías sobre el tema es que en este lugar permanecen durante mayor tiempo las heces, donde puede haber más posibilidades de contacto con agentes cancerígenos.
“La extracción de pólipos rectales ha sido tradicionalmente realizada bajo la técnica de la endoscopia, sin embargo el riesgo de que haya complicaciones con este método es habitual cuando se trata de bultos de gran tamaño”, le dijo a la BBC Shafi Ahmed, médico del Colegio Real de Cirujanos de Reino Unido.
“Es interesante ver cómo equipos médicos y de cirugía trabajaron juntos para desarrollar esta técnica que le trae muchos beneficios al paciente”.
“Estamos esperando ver más resultados en el futuro porque el método aún está en una fase inicial, pero es una señal prometedora de lo que viene”, concluyó.