Más de 2.300 metros cuadrados constituyen el edificio de la Pulpería de Humberstone, que en pleno auge de la actividad salitrera, atendía a todas las oficinas que integraban el Cantón de Nebraska. Constaba de una carnicería, verdulería, panadería, tienda-bazar, entre otras dependencias, las que hoy, tras un proceso museográfico, lucen tal cual como eran en el pasado. Por eso, las palabras que se repetían, durante la visita que acaban de realizar grupos de pampinos, es la de “volver al pasado”, “retroceder en el tiempo”, “está igual como cuando venía a comprar”. Sin duda que vivieron momentos de magia y de realismo.
La visita, tanto a la Pulpería como a lo que fuera la Biblioteca, donde hoy se levanta la muestra permanente sobre la Masacre de la Escuela Santa María de Iquique, fue organizada por la Corporación Museo del Salitre (CMS), con el propósito que sean los pampinos, los que hagan el circuito. Sin duda, la prueba de fuego para verificar si la propuesta cumple con el objetivo. Y sin duda lo logró, considerando sus reacciones.
La pulpería impresiona al visitante debido a su magnífica estructura y a la operatividad que tuvo en su época de funcionamiento, durante el auge de la industria del salitre. Y Hoy, restaurada, la impresión es mayor.
OPINIÓN DE LOS PAMPINOS
Aurora Marroquín, 83 años, del Campamento Don Guillermo: “Estoy sorprendida, está casi igual como era en la pampa. La figura del carnicero que vende, parece tal real, es igual que una persona. Me emocionó mucho la visita, porque cuando era niña venía de visita a Humberstone y veníamos a comprar a la Pulpería”.
Irma Vaina, de Don Guillermo: “Veo que todo está precioso. Me impactó la maqueta (Diorama) de la calichera, porque así era. Se muestra cómo trabajaban los pampinos. Siento mucha emoción”, dice acompañada de su esposo que también observa, impactado.
Ricardo González: “En ese tiempo, lo mejor era la Pulpería, sobre todo la Pulpería de Humberstone. Acá venía gente de muchas oficinas; yo venía desde Alianza. Lo que veo ahora es muy natural, igual como era en ese tiempo. Estoy impactado”.
Eleazar Delgado, de Kerima: “Venía todos los domingos a Humberstone y el paso por la Pulpería era obligado. Al recorrerla ahora, me impresionó ver la réplica de la calichera. Mi padre me llevó a la faena cuando tenía a los 8 años y esto es igual. Está muy bonito porque refleja la realidad de lo que fue”.
Isabel Vera. “Está igual como era! Mi abuela me traía para que la acompañara a comprar. Siento mucha nostalgia; esto es muy mágico, impresionante. Es como que estuviera en ese tiempo”.
Ernesto Plaza, de la Oficina Alianza. “Las pulperías eran igual en todas las oficinas, era el mismo sistema, la misma forma. Ahí se compraba de todo, el pan, carbón. Por eso ahora, cuando uno llega acá se recuerda de toda la vida en la pampa. Me siento feliz que se rescate nuestra cultura”.
Gludimy Fernández, nació en Humberstone. “Es impresionante recorrer todo y encontrarse con el pasado, con mis raíces. Cuando tú vas viendo, te dejas llevar hacia el pasado. Es maravilloso estar acá”.
Carlos Rodríguez, de la Oficina Victoria. “Me siento emocionado de ver esta pulpería como era antes”.