La Mañana por Paulina

    Jaime Orpis y Marta Isasi intervinieron en audiencia de clausura de caso Corpesca

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    Hoy, en el marco del caso Corpesca, que indaga por cohecho, delitos tributarios y fraude al fisco al exsenador Jaime Orpis, a la exdiputada Marta Isasi, al exasesor Fernando Lobos y a la propia empresa pesquera, se desarrolló la audiencia donde los acusados tuvieron la posibilidad de hacer uso de la palabra.

    Tras casi seis años de investigación la causa está en su etapa final: finalizaron los alegatos de clausura y las respectivas réplicas. Esto, un día antes de conocer el veredicto de la causa.

    Es así como en el Tercer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago la audiencia comenzó con las palabras del exsenador Jaime Orpis, pasadas las 12.30. “Un proceso de estas características deja huellas muy profundas en las personas. Lo quiero hacer con mucha humildad. Para el financiamiento de la actividad política reconocí hechos que son constitutivos de delito”, comenzó diciendo Orpis.

    “Estoy profundamente arrepentido de lo que ha ocurrido. En distintas instancias he pedido las disculpas y hoy día las reitero ante estos estrados”, dijo Orpis ante el tribunal y añadió: “Durante estos largos años que ha durado el proceso (…) una y otra vez con mucha impotencia me he preguntado por qué he llegado a esto”.

    El exsenador se refirió a su actividad como político y también a sus labores de beneficencia. “Con mi esposa, que en aquel entonces tenía 24 años, fundamos el Perfil de la Caridad, en una vieja escuela abandonada. En el Perfil de la Caridad se trataba de atender a madres embarazadas de extrema pobreza que estaban desnutridas”.

    En esa línea, el exparlamentario se refirió a la corporación La Esperanza, dedicada al trabajo con personas adictas a las drogas y que fue fundada por el exparlamentario. “Reiteradamente fue mencionada en este juicio y cuando se hacía pensábamos en nuestros residentes y especialmente en quienes confiaron en ella. Ningún peso de la fundación se destinó a financiar irregularmente la actividad política”.

    “Hoy, con el dolor de mi alma voy a tener que abandonar definitivamente la (Corporación) La Esperanza, porque las instituciones de beneficencia viven de la confianza, y yo no soy, después de este proceso, un hombre digno de confianza”, remató.

    “Para nuestra familia este proceso ha sido traumático. De un sufrimiento indescriptible. Y como padre y esposo solo quiero dejarles el siguiente legado: su padre se equivocó. Su padre reconoció. Su padre lo lamenta. Jamás ha su padre y esposo durante todo este proceso lo escucharon una sola palabra (…) negociar para evitar un juicio”, dijo Orpis visiblemente afectado.

    Orpis, quien fue desaforado de su cargo de senador en 2016 por estos delitos, es investigado por haber financiado su campaña de forma irregular mediante boletas y asignaciones parlamentarias a través de pagos de la empresa Corpesca. Esto, además, en momentos en que se discutía la Ley de Pesca en el Congreso.

    Luego, fue el turno de la exdiputada Marta Isasi, quien también dio su discurso entre lágrimas. “A diferencia de muchos ingresé a la política por una vocación social y me retiraron, porque yo no me retiré, me retiraron con blasfemias y calumnias. Y me alegro que en este juicio a través de mi abogado defensor hayamos podido demostrar una serie de pruebas que estaban muy claras en 2013, pero que lamentablemente esta investigación continúa y continúa en el tiempo″.

    “Ocho años he debido llevar defendiéndome. Este es mi cuarto abogado. No quiero hablar del daño económico porque estoy endeudada hasta la cabeza con mi familia. Esto es para volverse loca, esto es para no poder seguir. Cuando te comparan casos, te comparan boletas, cuando te comparan transferencias, y te tratan de enredar todo. Cuando sales en la prensa una, dos, mil veces. Cuando escuchas tu nombre piensas que te vas a volver loca”, aseguró.

    “Creo que los acusadores ganaron en el sentido de que destruyeron mi vida. Asesinato laboral, social. Si usted coloca Marta Isasi en internet le van a aparecer una serie de descalificaciones, pero en los próximos días vamos a saber el veredicto y la sentencia. O sea, me han prejuzgado por casi ocho años por algo que jamás hice. Nunca. Y se lo quiero decir a usted (a la jueza) mirándola a los ojos, porque a los acusadores no los quiero mirar”, añadió.

    “Para venir hasta acá tengo que tomarme no sé cuántos Neuroval”, aseguró, y dijo: “cuando el alma sufre la mente se empieza a trastornar”.

    El exasesor Fernando Lobos, en tanto, dijo que “he pasado los últimos tres años de mi vida con dedicación exclusiva a este juicio. En juntar los antecedentes. Para mí ha sido un dolor personal y un problema financiero gigante, porque nunca pensé que esto iba a durar tanto”.

    Por su parte, la empresa Corpesca, a través de su abogado, no realizó comentarios.

    El juicio se retomó el 14 de septiembre, en modalidad semipresencial, luego de que a mediados de marzo, frente al aumento de contagios, la Corte Suprema determinara que cada tribunal evaluara la situación particular de sus juicios y aplicara de ser posible la suspensión hasta superar la emergencia.

    La Mañana por Paulina