Desde este martes 11 de enero, comenzó a regir la nueva ley que permite cambiar el orden de los apellidos de los chilenos y chilenas.
En el caso de los padres y madres que pondrán nombre a su primer hijo o hija, a través de un común acuerdo, podrán escoger que apellido se pondrá primero. En el caso de que no exista acuerdo, el orden de los apellidos será al azar, determinado mediante una moneda al aire lanzada por el encargado del registro civil.
Es importante mencionar, que en el caso de que nazcan más hijos de la pareja, estos mantendrán el orden de los apellidos registrados en el primer progenitor.
Al respecto, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, explicó que la normativa se fundamenta presuponiendo que mamás y papás son iguales, y que no habría razón alguna para que un apellido vaya antes que el otro.
Por otro lado, en el caso de las personas mayores de 18 años, pueden agendar una reunión para cambiar el orden de los apellidos agendando hora en el registro civil. Es importante mencionar que este trámite podrá hacerlo una vez en la vida.
“Tiene una sola posibilidad, sino esto sería muy irresponsable y tendríamos una situación de confusión de identidades que no es lo que busca la ley. Lo que busca la ley es la igualdad entre hombres y mujeres”, dijo el ministro.
En el caso de que la persona que desee cambiar el orden de sus apellidos tenga hijos, si son menores de 14 años deben seguir el cambio de apellido del progenitor. Si son mayores de 18 años,queda a su elección.
Además, la ley excluye del cambio de apellidos a quienes se encuentren procesados, formalizados o que estén condenados por delitos sexuales.
Cabe recordar que hasta antes de esta ley, si se podía cambiar el orden de los apellidos, pero esto requería un proceso judicial en el que acreditaran que eran reconocidos por su círculo con esos apellidos.