La Comisión de Cultura del Senado aprobó, en general y en particular, el proyecto, originado en moción, que declara duelo nacional y día de reflexión el 11 de septiembre de 2023. Se contextualiza al cumplirse 50 años del golpe de Estado de 1973.
En sus fundamentos, el proyecto señala que “el 11 de septiembre de 1973 es una fecha fatídica en nuestra historia. Esto, considerando que ese día, se produjo el golpe de Estado, que, a sangre y fuego, derrocó al gobierno democrático del presidente Salvador Allende, dando paso a una dictadura cívico-militar de 17 años. El evento generó una profunda herida en la sociedad chilena y sus consecuencias se siguen sintiendo hasta la actualidad”.
Además, la iniciativa plantea que “la acción militar que implicó la toma del poder por parte de las Fuerzas Armadas tuvo como símbolo trágico, el bombardeo al Palacio de La Moneda. Este hecho, vivirá en la infamia y constituye en sí mismo un brutal acto criminal de lesa humanidad y selló el derrumbe del sistema republicano y democrático vigente hasta ese momento”.
El texto indica que “el golpe de Estado fue un momento de gran violencia y represión. A consecuencia de esto, miles de personas fueron asesinadas, torturadas o exiliadas. A su vez, esta fue la característica esencial del régimen dictatorial de Augusto Pinochet, junto con la falta de libertades y un férreo control militar en los diversos ámbitos de la sociedad”.
50 años del golpe
El proyecto señala que, “hoy a 50 años después de estos acontecimientos, es importante recordar y reflexionar en torno a lo ocurrido. Una forma de hacerlo es declarar duelo nacional el 11 de septiembre del presente año, por lo que sería una manera de honrar a las víctimas del golpe de Estado y de mostrar nuestro compromiso con la democracia y los derechos humanos”.
Adicionalmente, se argumenta que declarar duelo nacional, mediante la decisión soberana del Congreso Nacional, también “sería una oportunidad para que los diversos sectores sociales y políticos del país podamos mostrar un acuerdo civilizatorio para que nunca más suceda un golpe de Estado y que bajo ningún contexto, se justifiquen violaciones a los derechos fundamentales”.
Por último, se busca radicar en la memoria el homenaje a las víctimas y la reparación simbólica. También se aspira a que una conmemoración de este tipo transmita el mensaje: “como nación, nunca olvidar este pasado”.