General Martínez en presentación de su libro: “Los detenidos desaparecidos constituyen el mayor agravio al ethos militar”

El exoficial indicó que el seguimiento estricto de las órdenes superiores es la norma y el juramento a la bandera establece una obligación legal en la impartición de las “órdenes militares” por parte de los superiores, “pero también establece un límite y un grado de autonomía para quienes las reciben".

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El excomandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, lanzó su libro llamado “Un Ejército para todos”, en la Universidad Católica, donde critica duramente lo acontecido durante la dictadura cívico-militar encabezada por Augusto Pinochet.

El exoficial indicó que el seguimiento estricto de las órdenes superiores es la norma y el juramento a la bandera establece una obligación legal en la impartición de las “órdenes militares” por parte de los superiores, “pero también establece un límite y un grado de autonomía para quienes las reciben, por cuanto no se puede obligar a un subalterno a cumplir una orden si no está amparada en la legalidad”.

En este sentido, el excomandante aseguró que “esta lógica no estuvo presente en la dinámica que se vivió después del Golpe de Estado de 1973, especialmente en las intervenciones más reprobables de parte de algunos miembros del Ejército durante los primeros años del gobierno militar”, responsabilidad que recae “en quienes ostentaban los más altos cargos, que no pudieron o no quisieron frenar las resoluciones que llevaron a conductas que estaban totalmente reñidas con el actuar ético militar”.

Además, expresó que “producto de las órdenes que se dieron respecto de los detenidos políticos, muchos fueron sometidos a graves vejámenes, otros fueron muertos y abandonados en entierros clandestinos o hechos desaparecer, sin tomar en consideración las obligaciones que imperan en tiempos de guerra interna”.

En este punto, el general Martínez enfatizó que “no puede haber dos posiciones” y expresó que “todos los detenidos, cualesquiera fueran los delitos que se les imputaran, tenían derecho a enfrentar los tribunales que establece la ley, los que están definidos en el Código de Justicia Militar y que, para los efectos, eran los Consejos de Guerra”.

Con la misma fuerza, Martínez afirmó que “los detenidos desaparecidos, aparte del dolor permanente que suponen para sus familiares por la imposibilidad de enterrar a sus deudos y vivir en paz su duelo, constituyen uno de los mayores agravios al ethos militar, ayer, hoy y siempre”.

Cabe mencionar que la publicación de este escrito tiene como objetivo destacar episodios que en muchos casos, vulneraron ciertos preceptos morales, individuales e institucionales y principios de responsabilidad militar.