En el marco de los 50 años del golpe de Estado ocurrido el 11 de septiembre del 1973, el alcalde de Arica, Gerardo Espíndola Rojas, junto a organizaciones de Derechos Humanos colocaron en las gradas de la Catedral San Marcos una placa conmemorativa que recuerda uno de los hechos más oscuros de la historia de Chile y de la lucha de las Mujeres de Luto que desde el año ’84 vienen exigiendo verdad y justicia.
La iniciativa, que nace desde la Municipalidad de Arica, busca poner en valor lugares de resistencia por la democracia, justicia y verdad.
“Si queremos pensar en el futuro, es necesario tener verdad, tener justicia, y por eso como Municipalidad estamos siempre disponibles para las organizaciones de Derechos Humanos, en este caso para la Coordinadora de los 50 años del golpe, en ponernos a disposición de esta placa conmemorativa en homenaje a un grupo de mujeres que, en el año 1984, en el corazón de la dictadura, fueron valientes, se instalaron en silencio e hicieron una de las protestas más lindas, más simbólicas, y más pacíficas, solamente con colocarse en silencio en la gradas de la Catedral”, precisó Espíndola.
Para la representante de la organización Mujer, Memoria y Derecho Humano, Berta Moreno Plaza, la instalación de esta placa es reconocer a los cientos de mujeres que han pasado por estas gradas en resistencia y en dictadura.
“Estamos pidiendo verdad y justicia para nuestros compañeros y compañeras detenidos, desaparecidos en este país durante el periodo de dictadura. Lo triste es que después de la dictadura pensamos que iba a haber reparación. Ha habido reparación, pero no la necesaria. En este país hay más de mil y tantas familias que todavía no saben dónde están los cuerpos de sus familiares. Esta placa es un símbolo de resistencia que las generaciones que vienen tienen que conocer, porque la historia es garantía de no repetición”, señaló Moreno.
En la emotiva y sencilla ceremonia, se recordó a todos aquellos que fueron víctimas de la dictadura, de un momento de la historia del país donde la democracia se quebró, es por ello que se busca que las nuevas generaciones sepan lo que ocurrió en aquellos tiempos para que no se vuelva a repetir.
“Es un espacio que se abre, es una muestra material para las nuevas generaciones también para terminar con esta relativización de la democracia y trabajar por la defensa de la misma. Y porque en este país efectivamente existe verdad, existe justicia, reparación integral y que todos esos componentes sean los componentes de las garantías de no repetición en nuestro país”, expresó Carolina Videla, integrante de la coordinadora 50 años de Arica Parinacota.