El viernes 29 de septiembre y tras 36 años cumpliendo funciones en el Ministerio del Interior llegó el último día de trabajo de Elizabeth Ramírez Madariaga, quien inició su carrera como funcionaria de la ex Gobernación Provincial de Iquique para luego pasar por el Departamento de Extranjería, hoy Servicio Nacional de Migraciones.
Elizabeth Ramírez es reconocida por sus pares como en una eminencia en materias migratorias, que traspasan los meros conocimientos legales, incluso a veces denominándola cariñosamente como “La Biblia de Extranjería”; y es que Elizabeth siempre tuvo una respuesta asertiva y oportuna a las necesidades de su servicio, donde pasó casi toda una vida.
Ante la relevancia de su último día laboral y la destacada trayectoria de Elizabeth Ramírez Madariaga, el delegado presidencial regional de Tarapacá, Daniel Quinteros, destacó la importancia del cariño de los pares hacia la funcionaria, manifestando el honor de ser parte de la despedida en representación del gobierno, agradeciendo su trabajo y esperando continuar con el ejemplo que deja.
Por su parte, el presidente nacional de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales, ANEF, José Pérez Debela, destacó la importancia del reconocimiento a los y las funcionarios públicos, “especialmente cuando estos a veces son escasos, en un espacio donde se pasa importante tiempo de nuestras vidas”, destacando el privilegio de estar en la despedida, junto a la secretaria de finanzas nacional de la Anef, Oriana Urrutia y al presidente regional de la Anef, Patricio Llerena.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Funcionarios del Ministerio del Interior de la región de Tarapacá, Patricio Santander, señaló que, “La señora Elizabeth es un ejemplo de mujer y es muy difícil despedirla, porque deja nuestras oficinas una colega que siempre fue mucho más que una profesional, alguien que dedicó de manera ejemplar su vida al servicio público, y que nos deja mucho más que su conocimiento técnico o profesional, nos hereda su manera afectuosa y cariñosa de tratar a las personas, dejando un gran ejemplo de empatía para con la vocación de servicio”.
En la ocasión, la señora Elizabeth se mostró sorprendida de los reconocimientos, señalando que fueron generaciones de familias, tanto de usuarios como de funcionarios, que les tocó abordar con el tema migratorio, agradeciendo principalmente a Dios, a su familia y sus colegas, ya que nunca estuvo sola, reconociendo que hubo personas que la han fortalecido en su trabajo, manifestando partir agradecida, contenta y satisfecha, sabiendo que otras personas podrán continuar con lo que ella trató de dejar.