En abril de 2022 la Dirección de Arquitectura publicó en el Diario Oficial el llamado a licitación “Reposición Complejo Aduanero Quillagua”, una iniciativa que contaba a esa fecha con un presupuesto de $13.701 millones y que venía a resolver el deplorable estado de uno de los recintos de control aduanero de la región de Tarapacá.
Un año más tarde, en mayo de 2023, el Ministerio de Obras Públicas concretó el traspaso del doble de los recursos al Servicio Nacional de Aduanas, organismo que quedó como mandante del proyecto, a la vez que el MOP quedaba como ejecutor.
El presupuesto para el proyecto se había duplicado a 26 mil 362 millones de pesos, una cifra similar al valor total que tuvo la construcción del estadio Tierra de Campeones (27 mil millones), y que se justificó por la fórmula utilizada para llevar adelante la iniciativa: se pagaría contra recepción, es decir, Aduanas realizaría el anteproyecto y la empresa ganadora desarrollaría el diseño y haría la ejecución completa de la obra.
Se suponía que la construcción del nuevo complejo, con instalaciones que tienen más de cuatro décadas para atender actualmente a más de medio millón de vehículos y a más de 150 mil personas al año, mucho más que hace cuatro décadas, tomaría un periodo de 18 meses, quedando operativo en 2025. Se suponía…
La única empresa que se presentó a la licitación y que, a la postre, resultaría ganadora, fue la Constructora De Vicente. En agosto del año pasado, la Dirección Regional de Arquitectura (DA) del MOP envía la resolución de adjudicación N°1 a la Contraloría General de la República para su toma de razón. Y aquí es que comienzan los problemas.
El pasado 27 de septiembre, el organismo devolvió la resolución a la DA con una serie de observaciones, las cuales fueron respondidas recién el 7 de diciembre por parte de la dirección dependiente del MOP Tarapacá.
Veinte días después, el miércoles 27 de diciembre, la Contraloría vuelve a hacer observaciones, pero a esa fecha el ambiente era más bien festivo en el MOP, donde ya contaban los días para desaparecer ese largo fin de semana de fin de año.
Desde Aduanas veían la situación con intranquilidad, por decir lo menos. Estaba corriendo la cuenta regresiva en la Contraloría y por la gestión del MOP Tarapacá se estaban perdiendo 26 mil millones de pesos destinados a una de las obras más grandes y significativas del último tiempo para la región.
La semana pasada desde Aduanas solicitaron una reunión con carácter urgente a la Dirección de Arquitectura del MOP, pero hasta este lunes no había habido respuesta. Y menos desde la Dirección de Arquitectura de Tarapacá.
Este medio tomó contacto con el director regional de Arquitectura del MOP, Rodrigo Jara, quien se tomó con tranquilidad el segundo paquete de observaciones de la Contraloría, calificándolas de simples observaciones de forma.
Pese a que son observaciones que vienen arrastrándose desde el 27 de septiembre, fuentes de este medio indicaron que en Aduanas desconocen totalmente cuál es el tenor, la criticidad y cuál es la hoja de ruta para abordar las observaciones.
Pese a que el director regional de Arquitectura habría asegurado a Aduanas que la respuesta al segundo paquete de observaciones lo ingresaría el 9 de enero, el pasado jueves 11 aseguró a este medio que las respuestas a las observaciones las ingresaría “en los próximos días”.
Oficialmente, el MOP Tarapacá respondió a Radio Paulina en la misma línea: “la resolución de adjudicación de la licitación del proyecto “Reposición Complejo Aduanero Quillagua” enviada a toma de razón a la Contraloría Regional efectivamente ha sido representada en dos oportunidades por este órgano, la ultima vez notificada a nuestro servicio por oficio de fecha 27.12.2023. Esta revisión es parte de un tramite regular para un proyecto de esta envergadura e importancia, durante este periodo se han ido despejando algunas de las dudas que han manifestado el órgano contralor. Para los próximos días se tiene programado realizar un nuevo ingreso con más antecedentes, mediante los cuales esperamos poder lograr la aprobación perseguida” (sic; las faltas de ortografía son de origen).
De acuerdo con algunas fuentes consultadas por Radio Paulina, el real motivo de la falta de diligencia de la Dirección de Arquitectura sería una supuesta inconformidad con la adjudicación de la Constructora De Vicente.
En el intertanto, en Aduanas estarían con el corazón a dos manos viendo cómo uno de sus proyectos más icónicos se les escapa como agua entre los dedos… por allá lejos, muy lejos, en el norte.