En un reciente comunicado oficial, el Gobierno de Chile expresó su firme condena ante la irrupción de la policía ecuatoriana en la Embajada de México en Quito y la subsiguiente detención de Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa. Estos eventos tuvieron lugar poco después de que el Gobierno mexicano otorgara asilo político a Glas.
La Cancillería chilena, mediante su comunicado, recordó la inviolabilidad de las misiones diplomáticas según la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, haciendo hincapié en que los locales de la embajada son considerados inviolables y que la entrada de agentes del Estado receptor requiere el consentimiento del jefe de la misión.
Asimismo, el comunicado expresó solidaridad con el personal diplomático de la Embajada de México en Ecuador y reafirmó la preocupación por la violación del derecho al asilo, reconocido como un principio latinoamericano en el derecho internacional.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respondió suspendiendo las relaciones diplomáticas con Ecuador como medida de protesta.
Por su parte, el Presidente de la República, Gabriel Boric, también mostró su apoyo a México mediante un mensaje en redes sociales, condenando la violación de su soberanía y enviando un abrazo fraterno al mandatario mexicano.
Además, la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado emitió una declaración condenando la violación del derecho internacional y solicitando al Ejecutivo que inste al Gobierno ecuatoriano a restablecer la inmunidad de la embajada mexicana y normalizar las relaciones entre ambos países.
“Este hecho sin precedentes viola uno de los derechos más antiguos en las relaciones diplomáticas entre los estados y, más allá de cualquier circunstancia o motivación, debe ser rechazado de manera total“, agrega el comunicado.
