Desde el martes 25 comenzaron a circular rumores sobre la posible destitución del ahora exjefe militar Juan José Zúñiga, quien lideraba el Ejército de Bolivia desde 2022. Zúñiga había manifestado su firme oposición al retorno al poder de Evo Morales, quien compite con Arce por el liderazgo del partido oficialista de cara a las elecciones presidenciales de 2025.
En una entrevista realizada el lunes con un canal de televisión, incluso afirmó que detendría a Morales si insistía en postularse para la presidencia el próximo año. Esto causó sorpresa cuando se reveló su intento de golpe contra Arce. Al ser arrestado, el general declaró a la prensa que el presidente le había solicitado el domingo anterior “preparar algo” para mejorar su popularidad. Según Zúñiga, Arce argumentó que “la situación está muy complicada” y que se requería una acción a su favor.
Zúñiga no fue el único alto mando militar implicado. La Policía boliviana detuvo el miércoles por la noche a otro jefe militar, acusado por la fiscalía de terrorismo y alzamiento armado durante el intento de golpe contra Arce. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, anunció la captura del comandante de la Armada Boliviana (Marina), Juan Arnez Salvador. Arnez fue presentado con esposas en una conferencia de prensa junto a Juan José Zúñiga.
Del Castillo señaló que Zúñiga y Arnez son “dos militares golpistas que intentaron destruir la democracia y la institucionalidad de nuestro país y fracasaron”. También precisó que ambos se encontraban en el interior de una tanqueta militar que intentó derribar las puertas de ingreso a Palacio de Gobierno, en la plaza de Armas de La Paz, donde Arce tiene sus oficinas.
En tanto, el Gobierno de Arce destituyó a Zúñiga y Arnez de sus cargos y nombró a nuevas autoridades.