Este miércoles el Banco Central publicó el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre del presente año, en el cual se proyecta que la economía crecerá entre 2,25 y 2,75%. Además, estima que la inflación total cerrará en 4,5% durante 2024.
Según el informe, en 2024, el rango de estimación de crecimiento del PIB se reduce en su parte alta, ubicándose entre 2,25% y 2,75%, revisión que responde en buena medida al resultado del segundo trimestre. En tanto, para 2025 y 2026, las proyecciones se mantienen en un rango entre 1,5 y 2,5%.
El documento agrega que el consumo privado recobrará impulso, aunque su nivel a fines del horizonte de proyección será menor que en la estimación previa. La evolución de varios de sus fundamentos sugiere que su moderación reciente no será persistente. No obstante, el crecimiento del empleo se ha desacelerado en el margen, lo que debe ser monitoreado cuidadosamente.
Hacia 2025 y 2026, se anticipa que el consumo privado crecerá a tasas del orden de 2% anual, en línea con el crecimiento tendencial, y la expansión del consumo de gobierno también se revisa a la baja, sobre todo para este año, siguiendo las proyecciones del último Informe de Finanzas Públicas y los requerimientos de la meta de balance estructural.
“La estimación de crecimiento de la FBCF para el período 2024-2026 es algo menor que la considerada en junio, producto de la debilidad de la inversión de los sectores no mineros. Para el sector minero, el escenario central ratifica el mayor impulso de la inversión con impactos positivos en la actividad de otros sectores, especialmente en la construcción”, detalló la entidad.
Sobre la inflación, el IPoM señala que aumentó a 4,4% anual en julio, en gran medida por el efecto de los mayores costos de la energía, mientras la inflación subyacente (sin volátiles) se ubica en 3,4%.
En tanto, las expectativas de inflación a un año plazo suben, pero las expectativas a dos años plazo están alineadas con la meta de 3%. Ello es señal de que el mercado ha asimilado que el shock de costos que eleva la inflación en el corto plazo es de carácter transitorio y que la inflación converge a 3% en el horizonte de política.
El Banco Central prevé que la inflación total aumente en el corto plazo, principalmente por la mayor alza de los componentes volátiles. Una fracción responde a los efectos directos e indirectos en el IPC del mayor aumento de las tarifas eléctricas que se produjo en junio y julio.
También se suma el impacto del incremento de las tarifas de fletes marítimos a nivel global y la depreciación del peso en los últimos meses. A finales de este año, se estima que la inflación total cerrará en 4,5%.
Hacia el mediano plazo, la inflación tendrá un descenso más rápido que lo anticipado en junio, dadas las menores presiones inflacionarias provenientes del comportamiento de la demanda interna y el IPoM estima que su convergencia a la meta de 3% ocurrirá en los primeros meses de 2026.
El impulso externo es similar a lo planteado en junio. Así, el IPoM prevé un crecimiento de los socios comerciales en torno a 3% en el período 2024-2026, condiciones financieras internacionales algo más favorables y términos de intercambio algo menores. Respecto del precio del cobre, para 2024 se proyecta en valor en US$4,15 la libra (US$4,3 en junio), mientras que para el 2025 y 2026 se siguen considerando valores en torno a US$4,3.