El martes, el primer ministro Khadga Prasad Sharma Oli presentó su renuncia e hizo un llamado a “cooperar para resolver pacíficamente la difícil situación del país”, esto en medio de protestas de la ciudadanía ante el bloqueo de las redes sociales y las acusaciones de corrupción en el Gobierno.
La renuncia de la autoridad se produce un día después de que las fuerzas gubernamentales abrieran fuego contra los manifestantes en medio de enfrentamientos callejeros que han dejado al menos 25 fallecidos y el incendio del edificio del Parlamento.
En la jornada, Miles de manifestantes, muchos de ellos identificados como parte de la “Generación Z” en pancartas y carteles, salieron a las calles y marcharon por la capital, Katmandú.
Además, en un trágico giro de los acontecimientos, Rajyalaxmi Chitrakar, esposa del exprimer ministro Jhalanath Khanal, perdió la vida el lunes tras un ataque incendiario a su residencia en Katmandú.
Tras la dimisión del primer ministro, el Ejército de Nepal anunció que asumirá el control de la seguridad y denunció que ciertos grupos están aprovechando la inestabilidad para provocar saqueos, incendios y daños a ciudadanos y bienes públicos y privados, por lo que desplegará tropas para garantizar la seguridad si no cesan estos ataques.
En una nota conjunta, los jefes de las principales agencias de seguridad llamaron a la calma y pidieron contención a todas las partes, mientras el presidente de Nepal, Ram Chandra Poudel, urgió a preservar la paz y la estabilidad.
“Nos gustaría informar a todos que si tales acciones continúan, el Ejército de Nepal y todas las agencias de seguridad cumplirán con su deber primordial de garantizar la seguridad de Nepal y del pueblo nepalí tomando el control de la situación a partir de las 22.00 horas del 9 de septiembre”, señaló la institución en un comunicado.
