El Colegio Profesional de Entrenadores de Fútbol abordó la situación ocurrida el pasado miércoles 1 de octubre, cuando el plantel profesional del Club Deportes Iquique fue “interrumpido violentamente por un grupo de barristas” mientras realizaban sus entrenamientos matutinos.
La situación fue dada a conocer por el propio entrenador de los “Dragones Celestes”, Fernando Díaz, quien aseguró que un grupo de hinchas interrumpió a mitad de semana el entrenamiento de los jugadores amenazando y golpeando al plantel y al cuerpo técnico.
Tras esta situación, el gremio deportivo manifestó en un comunicado que “la integridad física de los futbolistas y miembros del cuerpo técnico liderado por Fernando Díaz en su lugar de trabajo es responsabilidad de los directivos y debe ser uno de los puntos a los cuales se deben asignar recursos humanos y económicos, toda vez que es uno de los aspectos mínimos que debe ser asegurado”.
“No es una actividad oficial ni debe ser autorizado o permitido, aunque sea por omisión, la intervención de simpatizantes, hinchas o personas ajenas al staff institucional que pudieran exigir o interpelar de cualquier forma a los profesionales que forman parte de un primer equipo”, indicaron en el texto.
También agradecieron la intervención del personal de Carabineros para resolver la situación y solicitaron una “especial atención en los días y horarios de entrenamiento venideros”.
El gremio espera que el club “tome medidas al respecto y que las autoridades realicen gestiones sobre el asunto”.
Asimismo, llamaron a la comunidad deportiva de la ciudad de Iquique a “condenar estos hechos”, ya que “los resultados deportivos no pueden ser un argumento para la violencia. Detrás de cada uno de los profesionales hay familias y el lugar de trabajo debe ser un espacio seguro”.
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