El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo, advirtió que podrían detectarse nuevos casos de corrupción y narcotráfico al interior de recintos penitenciarios del país, tras la reciente desarticulación de una organización criminal que operaba dentro del Complejo Penitenciario de Alto Hospicio, en la Región de Tarapacá.
Según explicó el secretario de Estado, actualmente se desarrollan investigaciones similares en distintos puntos del país, en el marco de una operación de “limpieza de Gendarmería” destinada a prevenir que funcionarios del sistema penitenciario mantengan vínculos con redes delictuales. “Estamos con plenos procesos de investigación como este en todas las regiones del país”, señaló el ministro, quien fue categórico al afirmar que “sí, de todas maneras, surgirán nuevos casos. No eventualmente”.
Respecto al procedimiento realizado en Alto Hospicio, Gajardo detalló que se trató de una detención masiva de gendarmes y civiles involucrados en una red dedicada al ingreso y comercialización de drogas dentro del penal. “Son 12 gendarmes que fueron detenidos en sus domicilios. Se les incautaron drogas y otros elementos, y esto forma parte de una investigación extensa que lidera la fiscal regional junto con Gendarmería de Chile”, precisó.
El ministro explicó que en 2023 se conformó un equipo de trabajo conjunto entre el Ministerio Público y el Ministerio de Justicia, cuyo objetivo es identificar los establecimientos penitenciarios más críticos y realizar focos investigativos. Dentro de ellos, señaló, se encontraba el penal de Alto Hospicio.
“Tenemos muy claro que hay dos cosas que no pueden ocurrir dentro de las cárceles: que los funcionarios de Gendarmería sean permeados por las bandas de narcotráfico y que las organizaciones criminales sigan operando desde el interior”, enfatizó.
Asimismo, Gajardo destacó que este equipo de tarea ya ha obtenido resultados concretos en otros penales del país. En la cárcel de Huachalalume, en La Serena, se desbarató una banda que ingresaba armas y se coordinaba desde el interior del recinto.
En tanto, en el penal Alto Bonito de Puerto Montt, se descubrió una red que introducía elementos prohibidos. “El caso de Alto Hospicio es el primero en el cual se comprueba una colusión directa entre una banda criminal y funcionarios de Gendarmería”, concluyó el ministro.
