El día 4 de octubre pasado se conoció el hallazgo del cuerpo sin vida de Alejandro Castro, líder del Sindicato de Pescadores C-24 de la comuna de Quintero y que se destacó como uno de los participantes más activos de las protestas por la contaminación que sufrió su comuna y Puchuncaví, y que motivó recientemente una Misión de Observación, liderada por la directora INDH, Consuelo Contreras, que culminó con la presentación de un recurso de protección por parte del Instituto Nacional de Derechos Humanos, y que hoy debido a la muerte del activista, se traduce en la presentación de una denuncia ante el Ministerio Público para que investigue los hechos.
Según señaló Rodrigo Bustos, jefe de la Unidad Jurídica Judicial del INDH “la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha recalcado que los Estados se encuentran obligados a prevenir razonablemente las amenazas, agresiones y hostigamientos en contra de defensoras y defensores de derechos humanos; investigar seriamente los hechos que sean puestos en su conocimiento; así como, en su caso, sancionar a los responsables y dar una adecuada reparación a las víctimas, independientemente de que los actos sean o no cometidos por agentes estatales o por particulares. La omisión de alguno de los anteriores deberes puede generar la responsabilidad internacional de un Estado por violación al derecho a la integridad personal”.
Bustos complementó: “Entendemos que los defensores y defensoras de derechos humanos, son particularmente vulnerables a riesgos asociados a su labor y en este caso se debe investigar exhaustivamente que la muerte de Alejandro Castro no tenga relación con su trabajo de activismo”.
¿Qué pasó con Castro?
De acuerdo a la información entregada por la Policía de Investigaciones, la causa de muerte de Alejandro Castro fue asfixia por ahorcamiento, no observándose “lesiones atribuibles a terceras personas”.
La PDI informó a través de un comunicado, “fue corroborado por el Servicio Médico Legal (SML) tras realizar la necropsia correspondiente”. Eso sí, fueron cautos en sostener que continúan “con las diligencias investigativas tendientes a esclarecer las motivaciones y circunstancias de deceso”.
Según consignó el diario La Tercera, Carolina Orellana, quien fue designada por la familia para entregar declaraciones a la prensa, su amigo fue amenazado directamente por funcionarios de Carabineros.
“Sufrió amenazas directas de funcionarios de la Séptima Comisaria de Valparaíso que llegaron a Quintero. Eso sucedió tras la segunda marcha, que tuvo lugar el 23 septiembre. Por lo mismo surgen las dudas. Sus cercanos esperan saber de las fuentes oficiales cuáles fueron las causas reales de su deceso”, aseguró.
Según la denuncia que hace Orellana, efectivos policiales le dijeron con todas su letras a su amigo: “Alejandro Castro, te tenemos fichado”. De acuerdo a lo que indica, esta situación se vivió en circunstancias que Castro esperaba la salida de quienes habían sido detenidos en el marco de la manifestación. “Lo querían meter preso de la nada”, recuerda.