El tiro de Gary Medel a los cinco minutos ilusionó. El capitán de la selección chilena estuvo a punto de marcar un tanto que era ideal para comenzar un duelo ante un equipo que toca muy bien el balón. Costa Rica, con esa característica, evidenció todas las falencias que muestra el equipo de Reinaldo Rueda y terminó imponiéndose 3-2 en Rancagua. Impensado.
La definición de Alexis Sánchez que los “ticos” sacaron de la línea, la constante pérdida del balón del tocopillano, los tiros de Arturo Vidal por metros sobre el arco, las complicaciones de Enzo Roco en los 39 minutos que estuvo en cancha y la poca eficacia en los metros finales fueron los signos de que nada anda bien en el equipo del colombiano.
Claro, Chile es un equipo distinto cuando el rival le entrega la posesión y debe combatir con espacios a los delanteros rápidos. Roco y Maripán otorgan licencias ante estos equipos y se ratificó en El Teniente de Rancagua.
La velocidad del ataque centroamericano fue incontrarrestable para los defensores y el paso de Medel metros atrás sólo fortificó la zaga por algunos minutos. Cuando brilló la defensa durante el proceso de Rueda fue ante equipos que levantan el balón y te empujan hacia el área.
Los goles de Kendall Waston sobre el final del primer tiempo (36′) y el comienzo del complemento (59′) llenaron de dudas al plantel chileno. Claro, lo mejor del equipo de Rueda era la solidez defensiva y ahora no se vio. Fue frágil en los balones detenidos, el nuevo problema.
El ingreso de Óscar Opazo por Junior Fernandes fue extraño por las diferencias de puesto y la subida de Isla a la punta derecha tampoco fue fructífera. De hecho, el cuadro costarricense llegó al tercer tanto gracias a Ronald Matarrita (67′).
El descuento de Sebastián Vegas a los 70 minutos fue el impulso que necesitaba Chile. El zurdo del Morelia ganó en el aire luego del balón que estrelló Isla en el travesaño y desde ese momento los centroamericanos se dedicaron a cuidar el resultado. De la velocidad y el contragolpe pasaron a soportar los embates en Rancagua.
A los 81′, Alexis inventó un penal, el arquero Alvarado le contuvo el remate, pero nueve minutos más tarde se reivindicó al marcar el segundo descuento nacional.
En el último aliento, la arremetida nacional fue más con orgullo que fútbol. Las dudas se acrecientan de cara a la Copa América de Brasil 2019. El proceso de Rueda suma tres caídas en nueve encuentros (tres empates) y en las tres recibió tres goles.