Con un ambicioso objetivo propuesto al 2030, Coca-Cola Chile se posiciona como una de las empresas de nuestro país que avanza hacia la cultura sustentable. Y lo hace a través de un desafiante compromiso global: lograr “Un Mundo Sin Residuos que consiste en recolectar el 100% de los empaques que colocan en el mercado y reducir el plásticos de sus botellas para el 2030.
“Todas nuestras botellas son 100% reciclables. Pero de todas formas seguimos trabajando para reducir la cantidad de plástico que empleamos en ellas, invertimos en nuevas tecnologías de reciclaje, fomentamos los envases retornables, apoyamos agrupaciones de recicladores y financiamos programas de recolección y reducción del plástico. Si queremos lograr Un Mundo sin Residuos, debemos trabajar en conjunto con las comunidades”, indica Roberta Valenca, gerente general de Coca-Cola Chile.
La Compañía trabaja en tres ejes de acción: la Recolección, el Ecodiseño y las Alianzas con actores del mundo público y privado, con el objeto de prestar apoyo en forma colaborativa y generar nuevos hábitos y, desde ahí, poder articular una Economía Circular.
“Solo se recicla un 8% del plástico que se consume. No hemos tomado conciencia del valor económico que tiene este material y todo lo que se puede generar en torno a su recuperación”, señala Valenca.
En Chile, Coca-Cola anunció la incorporación de un nuevo sello informativo “100% reciclable” que, en un principio, estará presente en la etiqueta de las aguas Benedictino para luego ir sumándolo paulatinamente, en los más de 80 productos que ofrecen en el mercado. Esto, se suma a la innovación tecnológica en Ecodiseño realizada en la botella Ecoflex, de su agua mineral Vital, que utiliza un 30% menos de plástico, y la de los envases de jugos Andina del Valle, que redujeron en un 40% la cantidad de este material. Ambas innovaciones permiten ahorrar más de 2 mil toneladas de plástico al año. “Recientemente no unimos como una de las empresas fundadoras, al primer Pacto por los Plásticos del continente, para trabajar junto al gobierno, ONG´s y la sociedad civil, y Chile, y que tiene como fin el articular una Nueva Economía de los Plásticos, y reducir su impacto en el medioambiente”, enfatizó Roberta.
