Una vez más, los estadounidenses que ni siquiera tienen coronavirus están sufriendo las consecuencias de que los pacientes con COVID-19 llenen los hospitales.
Actualmente hay más de 101.000 personas hospitalizadas con COVID-19, según datos del jueves del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.
Ahora, algunos pacientes que desean recibir atención urgente no la consiguen porque muchas camas están ocupadas por pacientes de COVID-19.
“Antes del covid, nuestras unidades de cuidados intensivos estaban muy ocupadas. Esto se debe a que la gente sufría accidentes automovilísticos y ataques cardíacos y necesitaba una cirugía complicada y acudía a las UCI”, dijo la Dra. Amy Compton-Phillips, directora clínica del Providence Health System de Seattle.
“Y esas personas están siendo relegadas a un segundo plano. Así que cualquier cosa que sea remotamente electiva, estamos cancelando esos casos”.
En Idaho, el Departamento de Salud y Bienestar Social activó el martes sus Estándares de Cuidado en Crisis en el norte del estado debido a “un aumento masivo de pacientes con COVID-19 que requieren hospitalización”.
Los Estándares de Cuidado en Crisis son “un último recurso” que solo se activa cuando “hemos agotado nuestros recursos hasta el punto de que nuestros sistemas de atención sanitaria son incapaces de proporcionar el tratamiento y la atención que esperamos“, dijo el director del departamento de salud, Dave Jeppesen.
El gobernador Brad Little instó a los habitantes de Idaho que reúnan los requisitos que se vacunen.
“Hemos llegado a un punto sin precedentes y no deseado en la historia de nuestro estado”, dijo el gobernador.
En Arkansas, solo hay 23 camas de cuidados intensivos disponibles, dijo el miércoles el gobernador Asa Hutchinson.
El gobernador señaló que el 91,5% de los pacientes hospitalizados por COVID-19 y el 90% de las muertes por COVID-19 corresponden a personas que no estaban completamente vacunadas.
En Virginia Occidental, los hospitales están “abrumadoramente inundados de casos de personas que no están vacunadas”, dijo este miércoles el gobernador Jim Justice.
El estado tiene 813 personas hospitalizadas con COVID-19 y estableció un nuevo récord de pacientes de COVID-19 en cuidados intensivos: 252 el miércoles, dijo Justice. También tienen un récord de 132 pacientes de COVID-19 en respiradores.
Los médicos y los gobernadores están de acuerdo: la crisis que afecta a los estadounidenses con o sin COVID-19 era evitable.
“Solo tenemos que usar el sentido común y vacunarnos, y entonces detendremos esto”, dijo Justice.
