En el marco de los 48 años del golpe militar que dio lugar a una dictadura cívico militar de derecha, el gobernador regional, Ricardo Díaz, tras años de espera, develó en dependencias del gobierno local una placa en homenaje a Joaquín Espinoza Ojeda, trabajador de 36 años que fue torturado y asesinado en manos de militares en el ex edificio de la intendencia. Hasta la fecha, Espinoza Ojeda es el único caso comprobado de asesinato en recinto público.
Para el gobernador Díaz, “empezar a rescatar la memoria de lo que ocurrió en este edificio, es el camino para comenzar a concientizar respecto a una nueva verdad, y esa verdad, es que aquí ocurrieron graves delitos cometidos por organismo estatales. Estos lamentables hechos nos invitan a reflexionar a que, ese nunca más, tenga real sentido”, enfatizó.
Durante la ceremonia el jefe regional estuvo acompañado por la familia de Joaquín Espinoza, las consejeras regionales Andrea Merino y Claudia Maureira, y representantes de la Agrupación por la Memoria Histórica Providencia y de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). En el acto, los hijos de Joaquín manifestaron tener sentimientos encontrados, y que el proceso legal que llevan en curso para lograr la tan anhelada justicia, ha sido un largo y difícil recorrido.
“Valoramos este acto de reconocimiento a mi padre y a muchos otros que padecieron en este edificio, es muy difícil estar acá. Admiro a mis hermanos y sobre todo a mi madre por su fortaleza y porque nos crió sin odio, sin rencor”, comentó Joaquín Espinoza hijo.
María Cristina Espinoza, por su parte, realizó un llamado de respeto a la diversidad de ideas, porque “esto pasó el 73, sin embargo, en 2019 vivimos algo similar por personas que se creen con el derecho, por tener las armas, de hacer sufrir a las personas, si todos somos chilenos y vivimos en el mismo país. Las personas que gobiernan tienen que hacerlo con inteligencia y sobre todo con amor. Desde que murió mi papá hemos tenido que sufrir por su ausencia y por la forma en que lo mataron, fue muy cruel, pero al menos, nos entregaron su cuerpo, porque hay familias que aún no tienen nada”, relató.