Como una “condena para Arica” catalogó el alcalde Gerardo Espíndola una eventual reapertura de fronteras terrestres, situación que hoy se ve más improbable que nunca ante el aumento de contagios de Covid-19 que ha sufrido en los últimos días.
En entrevista con CNN Chile, la máxima autoridad comunal fue consultada por las nuevas medidas anunciadas para el plan Fronteras Protegidas, entre las que destacan la autorización de ingreso a extranjeros no residentes con esquema de vacunación validado por el ministerio de Salud.
En dicho escenario, Espíndola declaró que “si es que se llegara a ver la posibilidad de que se abran las fronteras terrestres para Arica, en estos momentos, sería condenar a la ciudad, ponerle un tiro de gracia y frente a eso yo me opongo rotundamente”.
Para Espíndola, una decisión como esa no puede salir desde el nivel central, sin considerar la palabra y realidad de los territorios afectados, en este caso el sur del Perú y el norte de Chile. “No tenemos por ningún lado la posibilidad de abrir la frontera terrestre, menos ante el actual escenario que se está viviendo y la nula e inexistente coordinación entre los gobiernos de la zona sur peruana con los del norte chileno. Acá no basta con que se tome la decisión a nivel central, lo importante es siempre que esto tenga una coordinación entre quienes vivimos en el territorio”, enfatizó.
Informó que la próxima semana, la municipalidad de Arica iniciará conversaciones con su homónima de Tacna, a fin de conocer la realidad de ambas ciudades, anticipándose a una decisión futura de reapertura por parte del gobierno.
Factores de contagio
Arica presenta una tasa de incidencia de casos activos de 71,8 por cada 100.000 habitantes, la mayor de Chile con creces, seguida de muy lejos por Tarapacá con una tasa de 30. La mayor preocupación es que de los nuevos casos detectados, el 60 por ciento de dichos contagios corresponden a la variante Delta, mucho más agresiva que su variante original.
El alcalde Espíndola señaló que es difícil el identificar un solo factor como el causante del aumento explosivo de casos. El aumento del tráfico aéreo, las condiciones climáticas, la vida de calle que acostumbra la comunidad y una frontera permeable, son algunas de las variantes que pueden haber influenciado a que la comuna retrocediera a fase Tres.
“El retroceder es una mala señal. Efectivamente hemos tenido un aumento muy preocupante de casos, también de Delta y, sin duda, este retroceso nos pone en una alerta frente a cualquier tipo de decisión que tengamos que tomar como ciudad”, enfatizó.
Por tal motivo, el alcalde destacó que “tenemos que seguir trabajando y aumentar elementos que son fundamentales como el testeo, la trazabilidad y el aislamiento en nuestra ciudad”.
