El matrimonio de comerciantes aymaras de Hernán García y Casilda Challapa evalúan dejar su casa de Colchane, la tierra que los vio nacer, debido al segundo robo millonario de su mercadería, sustraída desde las bodegas de su vivienda que queda frente a la subcomisaría de Colchane.
Doña Casilda contó que debido a las heladas, que afectan la agricultura y a que su terreno de pastoreo se arruinó por ser usado como pasillo para la migración irregular, se reinventaron como comerciantes en la feria quincenal de Pisiga Carpa, pernoctando entre esta vivienda y en la comuna de Alto Hospicio.
Por estar frente a la subcomisaría de Colchane pensaron que su hogar sería un lugar seguro para dejar la inversión de su vida, pero este año en dos ocasiones su casa ha sido robada. El primer robo ocurrió en febrero durante la crisis migratoria, con una pérdida avaluada en 3 millones de pesos y el robo actual fue por un total de 6 millones de pesos, sumando en total 9 millones de pesos en pérdidas. Siendo lo que les genera el comercio sus únicos ingresos.
“Me siento despojada de mi pueblo, de mi domicilio por vivir esta calamidad. Vivo con temor en Hospicio, en sólo pensar qué pasa con mi casa. Cuesta trabajar, cuesta tener algo para comer, para vivir acá. Anoche me puse a llorar por mis cosas, porque me cuesta poder tenerlas, para ganarme el pan”, dijo entre sollozos la afectada.
Llamado al presidente Piñera
Dice no entender cómo viviendo al frente de una comisaría su casa es objeto de delitos. “Hoy me siento decepcionada por esto, porque pensé que mi casa iba a estar más segura. Si estoy frente de la comisaría nadie entrará a hacer daño y anoche dormí con mucho temor pensando que alguien va a entrar a mi casa a asaltarme y así no puedo vivir aquí”.
Asimismo, expresó sentirse abandonada por las autoridades de gobierno y les pide que garanticen su seguridad. “Le pido a las autoridades que por favor nos vea, nos sentimos abandonados, somos chilenos que vivimos el día a día luchando al lado de la frontera. No tenemos fuentes de trabajo, no somos ganaderos. Somos agricultores, pero no tenemos cosecha porque el frío la mata, por eso emigramos a la ciudad porque allí hay trabajo. Por eso yo les pido a las autoridades que se pongan la mano en el corazón por este pueblo, por esta comuna de Colchane. Y escuchen a nuestro alcalde, no lo ignoren. La voz de la gente de aquí es muy humilde, yo tengo miedo. Veo que gente no hay aquí, gente del pueblo, se van de acá a la ciudad y allí está pasando lo mismo. Yo al señor presidente le pido por favor, pon tu mano en el corazón, nosotros también somos chilenos, por favor resguárdenos”, comentó Casilda entre sollozos.
Municipio de Colchane
Según relató el matrimonio, el primer robo a su propiedad se produjo en febrero en plena crisis de migrantes. Indicaron que en esa ocasión Carabineros, cuya subcomisaría está al frente, no les tomó constancia aduciendo que tenían mucho trabajo.
Dijo que como le respondieron lo mismo esta vez, decidió acudir al municipio, el cual inmediatamente le prestó asesoría jurídica e hizo que Carabineros le tomara la constancia de este hurto.
Este acto es parte de la ola criminal que se ha apoderado de Colchane, donde viviendas municipales ubicadas a 200 metros en línea recta de la subcomisaría fueron despojadas y vandalizadas por desconocidos dos veces en una semana y una de ellas en 5 ocasiones este año.
Para el alcalde de Colchane, Javier García, ha quedado en evidencia la incompetencia en materia de seguridad de las autoridades de gobierno. “Por lo grave e insostenible que resulta para nuestra comuna esta migración descontrolada, abusiva y que vulnera los derechos de pueblos originarios, vamos a iniciar varias acciones a nivel comunal conjuntamente con la sociedad civil, el concejo municipal, nuestros caciques y dirigentes de comunidades indígenas, al no tener ninguna respuesta eficaz del gobierno”, concluyó.