Una reacción oportuna de dos gendarmes permitió salvar la vida de una interna que intentó suicidarse en su celda. La acción de las funcionarias evitó que la mujer privada de libertad se ahorcara.
El director regional de Gendarmería, coronel Jonny Avilés, conversó con las gendarmes Flor Pino y Joselyn Márquez, para conocer el impacto que tuvo en ellas esta situación, puesto que si bien pudo evitarse el suicidio de la interna del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) Iquique, el enfrentarse a una situación límite como ésta también genera un efecto en quienes intervienen en su rescate.
Es así que la gendarme Pino llegó hasta el despacho del director regional junto a la alcaide del CPP, mayor Jéssica Jiménez.
“La actuación de las gendarmes demuestran el ADN de los funcionarios de la institución, quienes en el momento actuaron y activaron los protocolos para salvaguardar la vida y la salud mental y física de la interna. Estos actos deben ser motivo de reconocimiento, además que dan cuenta del cumplimiento de nuestro mandato legal de resguardar a las personas que están a nuestro cuidado”, expresó el coronel Avilés.
La gendarme Pino relató lo sucedido, manifestando que después del encierro, realizaron un recorrido por los pasillos principales de la unidad. Encendieron las luces y continuaron la ronda. Al pasar por el sector del módulo laboral, sintieron que se arrastró un objeto, “nos dio la sensación que fue un mueble. Llamamos a la interna y no respondió”.
En vista de ello, empujaron la puerta, la que tenía una traba, pero lograron ingresar. En ese momento vieron a la interna que estaba colgada, quien ató al cuello los cordones de su zapatilla. “Ingresamos y vimos a la interna que pendía. Ya estaba morada e hinchada. De su boca salía espuma. Fue una imagen muy fuerte. Nuestra reacción fue levantarla. Le dije a mi compañera que trajera una tijera o un cuchillo. Solicitamos ayuda por radio. Logramos cortar los cordones y la bajamos. La dejamos en su cama”, contó Pino.
La joven gendarme se emocionó al recordar que mientras la sujetaba le preguntaba por qué lo había hecho. Quien le respondió que lo hizo por no tener noticias de sus hijos, sin poder llamarles.
Pino dijo que una vez que lograron reanimar a la interna, la acompañó como custodia al hospital, donde fue internada en la sección psiquiatría. “De los cinco días que estuvo internada, me correspondió estar con ella tres. Cuando una sale de la escuela, no piensa vivir situaciones de este tipo, es un momento muy difícil, chocante. Creo que nuestra reacción fue instantánea y asimilamos que si nos demoramos 40 segundos más o un minuto más, habríamos tenido a una persona fallecida. Pero logramos evitar que la interna muriera. Ahora cuando la veo, me agradece y nos dice que Dios le mandó dos ángeles para salvarla”.
Pese a que ha pasado el tiempo, la gendarme Pino, manifestó que aún revive la escena que vivió. “Luego que pasó el incidente, tuve tres días que no podía borrar la imagen de la interna que pendía de la altura del techo. Pero esa imagen va pasando y me quedo con la satisfacción que salvamos a una mujer, a un ser humano, que por diferentes motivos, intentó terminar con su vida. En ese momento, sólo pensamos que somos personas, que somos gendarmes y que estamos para cuidar a quien está bajo nuestra responsabilidad”.